miércoles, 30 de mayo de 2007

Hombres G: En mi coche

SÍ, ¿QUÉ PASA?



Por partes.

1. El primer grupo del que tuve conciencia en mi vida fue Hombres G. Me explico. Uno escucha en casa la música de sus padres, conoces los grupos que a ellos les gustan, si tienes suerte y conectais, te acabas aficionando, pero llega un día en el que tú decides escuchar por tu cuenta “algo” y te enganchas y va y te compras el disco. Tus padres quizás reconocen y comparten tus gustos, o no, pero en cualquier caso es la primera decisión musical que tomas por tu cuenta y eso significa que algo empieza a cambiar, generalmente es que te estás metiendo de lleno en la adolescencia y el baile hormonal (al menos en mi caso) no ha hecho más que empezar.

Yo estaba en mi casa un sábado por la noche, tenía 9 años y veía uno de estos típicos programas de actuaciones y humor (quién sabe si José Luis Moreno), cuando de repente salieron cuatro chavales que empezaron a cantar frenéticamente una letra absurda: Marta tiene un marcapasos. Me quedé mirando fijamente la pantalla, no podía despegar mis ojos de aquel chaval imberbe, aniñado, encantador, con voz de pito… Me había enamorado.

El siguiente paso era más que previsible. Mi madre se fue de viaje de final de curso a Sevilla con sus alumnos y cuando me preguntó aquello de “¿Qué quieres que te traiga?”, yo fui muy rotunda: “QUIERO EL DISCO DE HOMBRES G”. Dicho y hecho.

Después me haría con toda su discografía, en cintas de cassete que de tanto escuchar llegué a romper y tuve que desmontar y montar, como me pasó con La cagaste Burt Lancaster. En aquella época te ponías los discos una y otra y otra vez hasta que te sabías cualquier acorde de memoria y no digamos cuando llegó el maravilloso invento del walkman a mi casa. Aquello era la libertad con mayúsculas, dejabas de depender de que tu padre te quisiera poner la dichosa cinta en su radiocassette del coche, por fin podías hacer eso que hoy se llama “desconectar”. Ala, venga a sonar David Summers en los oídos.

2. Hombres G eran los 80.Podría decir que en el 85 escuchaba a Aviador Dro, a Polansky y el Ardor, a los Smiths o a los Cure pero mentiría. Yo escuchaba a Hombres G. Y de qué manera…
Pues sí, amiguitos, ellos también eran los 80. Los G son niños bien que se conocen a principios de la década en la facultad, algunos de ellos como David quieren ser directores de cine (hay homenajes al cine en las portadas de sus dos primeros discos) y sus papás les pagan viajes a Londres o incluso el famoso COU en Estados Unidos. No vamos a mesarnos los cabellos por su condición social, no olvidemos que los Nacha Pop se conocen en el Liceo Francés de Madrid, que Carlos Brooking tocaba con nombre falso, que Nacho Canut era hijo del dentista del rey, que Berlanga era hijo de quien era, bla bla bla. Y digo yo, que si en sus viajes a Londres toda esta gente “interesante” se traía discos y adquiría la cultura del punk o la nueva ola, los G no serían menos. Que luego no lo trasladaran a canciones para jovencitas soñadoras es otra historia, pero cuando veo videos de la época y me fijo en la ropa, los zapatos estrafalarios y los pantalones tobilleros de los G, me cambia bastante la perspectiva de la movida ochentera que tanto se ha desvirtuado. Y en Londres también había grupos pijitontos, tampoco nos olvidemos.

3. Hombres G eran unos pijos… ¿y qué? Hombres G no hacían bandera de ninguna actitud, cantaban canciones amables en las que hablaban de “niñas”, coches, salidas de instituto, primeros cigarrillos, bares y playa. Realmente, no creo que el “pijismo” sea un argumento suficiente como para desmontar a nadie, puesto que, insisto, ellos no se ocultaban tras un look neohippy ni reivindicaban posturas contestatarias mientras mamá les esperaba con el plato caliente de comida en casa a las 9. Ni tan siquiera eran snobs y eso que en el 86 eran unos veinteañeros que se comieron el mercado sudamericano, después de vender miles de copias en España. ¡Hasta el mismo Burt Lancaster les planteó problemas legales por utilizar su nombre, lo que les impidió hacerlo en el título de su segunda película! Y se permitieron el lujo de grabar en Manchester en el 87 cuando muchos no sabían ni lo que era facturar un equipaje.

Que por supuesto el resultado no fue precisamente Joy Division, es obvio, pero es que ellos no pretendían hacer alarde ni de grandes voces, ni de un dominio de los instrumentos, ni tan siquiera de composiciones excesivamente elaboradas. Hombres G hablaban de su entorno, buscando conectar con miles de adolescentes que aunque no vivíamos en un adinerado barrio madrileño, encontrábamos puntos con los que identificarnos: novietes y novietas, fiestas, cubatas, sábados por la tarde después de la peli, lágrimas, desencuentros, pandillas… ¿Qué más le hace falta a una adolescente incipiente? Luego ya llegarían los pensamientos atormentados y con ellos otros grupos pero entonces a mí y a legiones de chicas de mi edad, nos bastaba con ver a David poniendo su boquita de piñón mientras cantaba eso de Indiana, Indiana, ya me tienes hasta la banana.

Incluso, el papá de David les hizo a los niños dos películas infumables, ¿y qué? Yo fui de las miles de niñatas que fueron a ver Sufre mamón y todas gritamos “puta” y “zorra” (ante el escándalo de mi madre) cuando en pantalla la ex novia quería volver con él. ¿Quién necesita cine de culto cuando puede descargar su adrenalina así?

4. Quien no haya pasado uno o más veranos de su adolescencia en la playa no ha tenido adolescencia veraniega. O mejor dicho, no sabe lo que se ha perdido… Y quien haya pasado uno o más veranos en la playa, o todos los de su vida como es mi caso, sabrá que una canción como En la playa contiene algo más que una colección de rimas facilonas: esta noche iremos al cine pongan lo que pongan, compraremos seis bolsas de pipas y dos cocacolas, sentados en sillas de madera se nos quedará el culo como una piedra y tú me darás un beso en la boca. ¡Es que yo viví esa escena! Me permitirán que haga mía esta canción…
Además, qué más da que las rimas sean ramplonas o que lo que se cuente no sean más que un puñado de tonterías púberes: al llamarte por teléfono no te puedo besar, ya no volverás a verme jamás/nuestras huellas en el parque se borrarán, temblando/con los ojos cerrados/el cielo está nublado… Reconozcámoslo, hoy un grupo “tonti” de gente que ya no cumple los 30 canta “quiero besarte, sabes a piruleta de limón” y vamos, a algunos les parece la leche…

5. Mi amiga Cris y yo nos sentábamos por la noche, antes de volver a casa, en un banco y cantábamos a grito pelado canciones de Hombres G. Entre nuestras favoritas, En mi coche, Mis amigos, Dos imanes, Huellas en la bajamar, La playa… Unos 20 años después nos seguimos viendo y vamos juntas a conciertos en los que coincidimos con todos aquellos que seguramente arrugarían la nariz antaño al escuchar hablar de David Summers. Y se nos pone un brillo especial en los ojos cuando alguna de las dos dice una frase tipo el cielo ya no es azul clarito
Fuimos juntas al reencuentro de los Hombres G y fue apoteósico, disfrutamos como enanas y volví a ver a los cuatro chavales simpáticos, sin pretensiones, que quieren divertirse y hacer pasar un buen rato al personal. ¿Qué más se puede pedir?

Por aquel entonces la reunión de Hombres G era todavía un experimento en el que ni ellos mismos confiaban. Ellos iniciaron la moda que hace que hoy vuelvan hasta los que nunca llegaron a sonar en las emisoras, la gente se ha olido el pastel de que los 80 molan y se han subido al carro. Pero en aquel concierto, en la Feria de Julio de Valencia, nos juntamos miles de personas que sólo queríamos recordar, y vaya si lo conseguimos. A los pocos días se publicó que había sido el evento más multitudinario de la temporada, 15.000 personas, y debieron de repetir el llenazo porque grabarían poco después un disco de canciones nuevas con un título significativamente irónico: Todo esto es muy extraño.




Ahora ya paso de sus nuevas canciones. No me interesan en absoluto. Pero quien se meta con los Hombres G de los 80, está insultando mis recuerdos más preciados, y eso sí que no… :)

NO, NO, NO (1988)

Atención a este vídeo. Aparte de ser Hombres G en estado puro, cameos de Tip y Coll, Guillermo Summers, Ignacio Salas, Iñaki de Glutamato Yeyé (sí, sí, oooooh, ese gran grupo de los 80...). Y es que papá Summers siempre apoyó al 100% al niño. ¡Faltaría más!




EN MI COCHE (1988)

De nuevo los Hombres G que me embobaban. Y eso que entonces estaba muy lejos de tener un coche, pero me quedo con eso de la música que me habla de ti, que me recuerda que te has ido...



viernes, 25 de mayo de 2007

Porque sí

CARLOS BERLANGA: EN EL VOLCÁN

Porque esta canción del primer disco de Carlos (El ángel exterminador) me ha acompañado durante una temporada, hasta el punto de ser una dirección de correo electrónico.
Porque hace unos años yo quería arrojar a alguien al volcán, al abismo y decirle eso de qué culpa tengo yo de que seas un bicho cruel, y cada vez que me ponía este tema y lo bailaba frenéticamente en mi casa, tenía un efecto terapéutico sobre mí. Hoy sé que no me importa absolutamente nada él, se puede pudrir o ser feliz pero no siento nada cuando le veo y estoy muy contenta.

El mes que viene hará cinco años que Carlos Berlanga murió. Yo le echo muchísimo de menos, la verdad. Nunca olvidaré que tuve ocasión de hablar con su padre días antes, cuando Carlos estaba ingresado y su única solución era un trasplante que nunca había de llegar porque tenía el cuerpo destrozado. Sin saber muy bien cómo actuar, le comenté al GRAN Luis la admiración que sentía hacia su hijo y él, casi con lágrimas en los ojos, me dijo “muchas gracias, no sabes lo que te lo agradezco, intentaré decirselo pero ya va a ser tarde porque Carlos ha elegido marcharse”. Guardo ese recuerdo en mi corazón. Otro día me explayaré más sobre Carlos Berlanga, una de las personas más versátiles y geniales que ha dado nuestra cultura.

En el volcán está dedicada a una mujer, tal y como se aprecia en la ironía claramente misógina de qué culpa tengo de que te vuelvas loca cada mes. Comentan que Carlos se llevaba muy bien con las mujeres pero las odiaba en cuanto le llevaban la contraria y es muy probable que esta letra se refiera a Alaska. Qué más da. Yo hice mía la canción durante unos meses largos y ahora la llevo siempre dentro. Además, es una petardada ideal para bailarla un sábado por la noche. ¡Ánimo, que ya es viernes!

En el volcán - Carlos Berlanga (1990)
Me has menospreciado
Y no sabes quién soy yo
Tú me has humillado
Me has dejado hecho un jirón

¿Qué culpa tengo yo de que
Estés haciendo el paripé?
¿Qué culpa tengo yo de que
seas un bicho cruel?

Lo he visto en tus ojos
En tus gestos y en tu voz
Te crees que soy bobo
Y soy capaz de lo peor.

¿Qué culpa tengo yo de que
Estés haciendo el paripé?
¿Qué culpa tengo yo de que
seas un bicho cruel?

En el volcán te arrojaré
Hacia un abismo infernal
Al huracán te empujaré
Los vientos me vengarán.

¿Qué culpa tengo yo de que
te vuelvas loca cada mes?
¿Qué culpa tengo yo de que
seas un bicho cruel?

Mentiras piadosas
Que no te las crees ni tú
Patrañas, quimeras
Fábulas a plena luz.

En el volcán te arrojaré
Hacia un abismo infernal
Al huracán te empujaré
Los vientos me vengarán.

jueves, 24 de mayo de 2007

Un ratito de gloria

KIKO VENENO: EN UN MERCEDES BLANCO

Mañana fresca después de una noche de tormenta.
La ventanilla del coche bajada.

Un ratito de gloria.
Los ojos brillantitos.
Caldito de tu cuerpo.
Pañuelo de lunares.
Diez duros de papel albal.
Las cosas del amor, esa estrella reluciente.
Está muy bien, eso del cariño.
Bálsamo bueno de tu salivita.
Ponme esa cinta otra vez.
Échate un cantecito.

Si tú no te das cuenta de lo que vale, el mundo es una tontería.

Y a la mierda todo lo demás. :)







PD: La anécdota: Hará unos 10 años, iba yo por la plaza del ayuntamiento camino a clase de alemán y, delante de la extinta Sala Quatre, vi a Kiko Veneno (que actuaba allí esa noche) junto a otro tipo intentando abrir una persiana que se resistía. Lo tuve claro, me paré y dije "Hola Kiko, ¿qué haces?" y él me contestó, con toda su retranca andaluza, "Ya ves, me junto con toda clase de delincuentes". Por algún sitio de mi casa debe andar la carpeta en la que me firmó.

martes, 22 de mayo de 2007

El camino hacia una nueva religión

THE POLYPHONIC SPREE:
A LONG DAY CONTINUES


Mi ideal del jipismo es el “ermitañismo”. Es decir, jamás me iría a una comuna de idealistas que reflexionan sobre la paz y el amor, pero sí me retiraría a una cabaña en lo alto de un monte en la más absoluta soledad. Sin ruido, sin conversaciones, sin mecanismos mentales ajenos que nunca llegaré a comprender, sin las locuras de esta sociedad en la que no tenemos más remedio que estar inmersos. Pero no puedes hacerlo, no puedes dejar todo e irte, así que me meto hasta las cejas en la vida cotidiana, intento ponerle buena cara y sólo de vez en cuando practico el ermitañismo mental, a veces con un disco, con un libro, sola conmigo misma, cualquier excusa es buena para pensar en lo que me decía un ex compañero de trabajo: el món està loco. Es la única salida, otros hacen yoga, otros clases de tango, otros se interesan por el budismo, el catolicismo, nada es gratuito.

Volviendo al principio, no me enrolaría jamás en una comuna hippy pero cuando veo a la gran familia de The Polyphonic Spree me dan envidia, sí que me iría con ellos una temporada, con mi túnica de colores a cantar por la montaña muy alto, en plan institutriz de la familia Trapp. Y más en días grises como hoy, que parece que se nos vaya a caer el cielo encima como a los galos y a mi alrededor las cosas se han cubierto de mierda para mucha gente. El trabajo, el dichoso trabajo…






A los Polyphonic me los descubrió un buen amigo, jamás me perdonaré no haberles visto en directo. El grupo nace cuando el loco de TimDeLaughter, tras su paso por Tripping Daisy, decide formar una banda de rock sinfónico en cuyos conciertos llegan a juntarse unas 30 personas sobre el escenario, entre músicos de todo tipo y un potente coro. Los más avispados ya se habrán dado cuenta de que el final del tema que cierra el primer disco de los polifónicos (The beginning stages of…) enlaza con la primer canción de su segundo trabajo, precisamente A long day continues. Con lo cual, estamos ante una especie de suite de opereta que tendrá continuidad el próximo 19 de junio, cuando se publique su tercera obra, The fragile army.

Algún día leeremos en los diarios que The Polyphonic Spree eran una secta más de Dallas, pero me encanta su espíritu de chiflados jipiosos, me pregunto de dónde sale toda esta gente y de qué puñetas viven, porque no sé si la música les dará para mantenerse. He cantado miles de veces a grito pelado eso de “and somehow find the way to this new religioooooon” en el coche y la adrenalina me salía por las orejas. La letra de este tema para mí es una especie de oración profana, o no profana, vete a saber, al gusto de cada uno.

Como quiero estar de buen humor, pego un vídeo de otro temazo que incita a invadir las calles en plan Hare Krishna, el Hold me now cantado por teleñecos. Y de propina, un juego que nos pasó un profesor en una clase de marketing, como ejemplo de marketing viral, játe tú. Es fácil de completar, o será que yo soy una adicta a todo tipo de juegos absurdos de click & go (que lo soy). Otro día pegaré una IM-PRESIONANTE versión del Sargent Pepper's, lo nunca visto en un directo.

Yo creo que a TimDeLaughter no le importará que me vaya con ellos una temporadita ¿no? Ya sabes, Tim, por eso de Together we are heavy… No abulto mucho y aunque canto fatal, yo creo que entre toda esta gente no se notará mucho y prometo sonreir de oreja a oreja. ¡Lo juro! Y si no, cuando me haga ermitaña me llevaré mis discos de los Polyphonic a la cabaña. Como que me llamo Maggie Dumont.




La canción: The Polyphonic Spree - A long day continues (we sound amazed)

Until tomorrow
Until tomorrow
The only voice was far away
Until tomorrow
The only sound was my mistake
Until tomorrow it's all i can say

Take the time to find the world another way
i wanna be more than yesterday
and somehow find a way to this new religion
if the world can compromise another faith
i wanna be more than yesterday
and somehow find a way to your new religion
if the world collapses i know (i know)
i wanna be yours in time
and somehow find the way to your new religion
if the world collapses i know (i know)
i wanna be your's in time
and somehow find a way to this new religion

It seems it's more than i can carry on
it seems it's more than i can take
it seems the time is finally now i think i have the right to speeeeeak

Take them all together and shove 'em off
Keep them all together and keep 'em warm
Take them all together and shove 'em off


El juego:
http://questfortherest.com


El vídeo: Hold me now




domingo, 20 de mayo de 2007

Trilogía de las cosas pequeñas

BURT BACHARACH / HAL DAVID:
I just don´t know what to do with myself
(There goes) The forgotten man
Let the music play

Hoy es un domingo de planchar y estudiar. Ha sido un buen sábado y como estoy de buen humor, me he acordado de tres canciones que han sonado con el repeat durante meses en mi reproductor, las tres del gran, GRAN, Burt Bacharach y su inseparable letrista Hal David, autores de algunas de las mejores canciones del siglo pasado.

Mi ex jefe me regaló el triple recopilatorio de Bacharach y lo escuchábamos en la oficina con la boca abierta, diciendo "no hay ninguna canción que no sea un temazo". Y como suele pasar, algunos ganaron la partida a otros, hubo estribillos que me han perseguido durante meses y meses. Por ejemplo, la increíble "Tower of strength" sonó unas catorce veces seguidas en mi coche, y no me canso, pero de esa hablaremos otro día.

Hay tres temas de Bacharach/David que me llaman la atención porque sus letras, sencillas a más no poder, contienen la tristeza que deja el desamor en las pequeñas cosas del día a día. Sin hablar de sentimientos profundos ni frases lapidarias, hay detalles que me llegan mucho más en estas tres joyitas. Por partes.


I just don´t know what to do with myself (versión de Tommy Hunt).
Ya, probablemente la de Dusty Springfield (ver vídeo más abajo) es mejor pero me he acostumbrado a escucharla en esta quejumbrosa voz masculina. No sé qué hacer conmigo mismo... ¿Se puede describir mejor la sensación de ser un guiñapo cuando alguien te deja? La torpeza, la pesadez hasta en los movimientos, la tremenda tristeza, la soledad. No sé qué hacer con mi tiempo, ir al cine me entristece, en las fiestas me siento mal. Desubicado, añadiría yo. Simplemente, un detalle sintetiza la desorientación que nos produce que una persona querida se aleje: estoy acostumbrado a hacer planes para dos. Y qué decir de ese final en el que hay una bajada de pantalones que todos entendemos porque, quién no ha sucumbido a esa tentación millones de veces: si tu nuevo amor te deja, vuelve, estaré esperándote. ¿Qué importa el orgullo si se trata de abrazar a la persona que nos hace felices?

I Just Don't Know What To Do With Myself

I just don't know what to do with myself
Don't know just what to do with myself
I'm so used to doing everything with you
Planning everything for two
And now that we're through
I just don't know what to do with my time
I'm so lonesome for you, it's a crime
Going to a movie only makes me sad
Parties make me feel as bad
When I'm not with you,
I just don't know what to do
Like a summer rose needs the sun and rain
I need your sweet love to beat all the pain
I just don't know what to do with myself
I just don't know what to do with myself
Baby, if your new love ever turns you down
Come back, I will be around
Just waiting for you,
I just don´t know what else to do


(There goes) The forgotten man (Jimmy Radcliffe).
¿Alguien se ha sentido alguna vez humillado tras una ruptura o un abandono? Mejor dicho, ¿alguien ha sentido que dejaba de existir cuando la otra persona ya no estaba a su lado? Sinceramente, nunca me ha pasado pero entiendo perfectamente la sensación de ser alguien y de repente notar que el resto del mundo ya no repara en ti y te compadece, y murmura a tu paso. Esta canción no es especialmente brillante pero me encanta esta letra, por la pequeñez que encierra y sin embargo la gran verdad. Me conocían como el chico de Jennie y ahora me señalan cuando me ven. Todos sabían quién era hasta que vino un extraño y se llevó a mi amor. Por ahí va el hombre olvidado, susurran a mi paso.

(There goes) The forgotten man

There goes the forgotten man
There goes the forgotten man
Walkin' alone
Walkin' all alone
I used to be known as Jennie's guy
They point me out when I walk by
Oh, yes everyone noticed me
till one night a stranger came
and stole my love away
Now I hear people say
There goes the forgotten man
There goes the forgotten man
Walkin' alone
Walkin' all alone
They turn away when I pass by
Yes, they're afraid I'll start to cry
Jennie is gone and they're pityin' me
when I lost a love who knew
that I was everything
That's why they are whisperin'
There goes the forgotten man
There goes the forgotten man
Walkin' alone
Walkin' all alone


Let the music play (The Drifters).
Esta canción tiene una historia personal, insignificante pero que en cierto modo recuerdo con cariño. Y curiosamente, descubrí la canción sola, tiempo después, pero la primera imagen que me vino a la cabeza fue aquella historia. Todos hemos sentido alguna vez la necesidad de que la noche se alargue hasta el infinito para que nunca se rompa la magia de tener a la otra persona al lado. Aunque la otra persona vaya a estar ahí al día siguiente y al otro (en el mejor de los casos), pero no hay nada como escuchar una canción mirando a aquel por quien en ese momento darías lo que fuera. Me extraña, pero habrá alguien que no haya vivido ese momento, y entonces tampoco puede imaginar lo que supone decir deja la música sonar un poco más, deja que la abrace más tiempo, no te saltes ni un acorde porque ella se apartará. A veces parece que la noche nunca termina pero incluso las allnighters llegan a su fin, no dejan de sonar canciones brutales pero siempre amanece. Ahora, que conozco el desenlace de aquella historia, pienso que quizás debería haberme dirigido al DJ a pedirle que no dejara de pinchar aquellos temazos, deja la música sonar, que siga la magia y que sigan sonando esas trompetas. Ésta es una canción tristísima y sin embargo cuando la escucho sonrío para mis adentros y me acuerdo de él, aunque él no pueda ni sospecharlo. :)

Let The Music Play

Let the music play
Just a little longer
Just a little longer
Let me hold her in my arms
A little longer
Make the music play
Just a little slower
Just a little slower
Let me hear her tender sighs
A little longer
Make the music play
Keep this magic going
Keep those trumpets blowing
All through the night
Don't ever skip a beat for
She may slip away
And if we were parted
I'd be broken hearted
Till he's in my arms to stay
Please let the music play
Make the music play
Just a little slower
Till she's in my arms to stay
Please let the music play
Let the music play



jueves, 17 de mayo de 2007

Sé que nunca más :(


LEONARDO FAVIO: FUISTE MÍA UN VERANO

Un día entré con mi padre en una tienda de discos (Harmony) en la que el dueño debía ser quizá un poco más joven pero de la misma quinta. Tendría yo 15 o 16 años y estaba en la época en la que todavía muchas cosas te dan vergüenza. Fui a mirar algo al fondo de la tienda y vi, con cierto rubor, cómo él se dirigía al dueño con toda naturalidad y le decía: Tengo una frase en la cabeza, a ver si sabes quién cantaba esto, “hoy la vi, fue casualidad”, no recuerdo nada más…

Cuando pensaba que nos echarían por locos, observé fascinada cómo el hombre, sin mediar palabra, contestaba: “yo estaba en el bar, me miró al pasar”, Leonardo Favio, es “Fuiste mía un verano”. Y a continuación los dos se pusieron a comentar emocionados las virtudes de aquel tipo para mí desconocido, que por aquel entonces todavía no tenía la reedición de grandes éxitos que mi padre buscaba. Todo mientras yo me sentía absurda mirando algún disco igualmente absurdo, de vaya usted a saber qué grupo de moda del momento.

Años después mi padre pudo por fin comprar los grandes éxitos del argentino Leonardo Favio en cd y pudimos cantar a grito pelado en el coche esa canción, o “Ella, ella ya me olvidó” (de la que Corcobado hizo una desastrosa versión en el 2003), o aquel canto a la infancia que era “pantalón cortito, bolsita de los recuerdos”. Mi padre me explicaba emocionado la ternura de esa canción o de aquella otra en la que el niño protagonista entierra a su canario en una cajita de lápices, “la cajita de madera, la misma que un día contuviera lapicitos de color”…

No puedo escuchar a Leonardo Favio sin sentir ganas de llorar. Y por eso lo he elegido hoy, cuando hace siete años que mi padre se fue para siempre, privándonos de su conversación, su risa, sus reflexiones. Ya no habrá más canciones, más grupos, más anécdotas, no más viajes, no más playa, no más conciertos, no más películas compartidas en la televisión de casa, no más hermanos Marx, no más Cantinflas, no más Tip y Coll. Adiós a Bruno Lomas, a los Huracanes, a los crímenes del museo de cera, la muerte tenía un precio, las pelis carcelarias y el gordo y el flaco. Nunca más una firma en un libro que coges de la estantería, nunca más un “ven a recogerme, por favor” y por supuesto se acabó la risa.

Conste que cuando termine estas líneas no volveré a hablar del tema y no quiero llantos, que decía Lorca. Pero por un instante creo que tengo derecho a gritar en el silencio de la web que estoy harta, que a veces no puedo sola con todo y que lo que me ha tocado vivir es una puta mierda. Y ya sé que mucha gente vive la misma mierda, que hay cosas peores, que soy mayorcita y blablabla. Pero también hay cosas mejores, no nos olvidemos.

Hace unas semanas en Anatomía de Grey uno de los personajes perdía a su padre y la china (Dios, cómo la odio) le decía algo como “ya estás en el club de los padres muertos, quien no pasa por esto no sabe lo que es”. Pues eso, no tengo mucho más que añadir. Desgraciadamente he visto a más gente unirse a este club macabro en estos años. Repito, es una mierda.

Sólo quería desahogarme.




miércoles, 16 de mayo de 2007

Por si tus problemas se multiplican...

FRANÇOISE HARDY: CATCH A FALLING STAR



Me iba a poner tristona pero para qué, ya habrá tiempo. Con la semana tan absurda que llevo de contratiempos domésticos, más me vale reirme un poco que lloriquear. Y llevo días enganchada a una canción alegre. Me he auto regalado un disco, porque yo lo valgo, un cd a precio extraordinariamente bajo de versiones "europeas" de Françoise Hardy. Tiene temas en italiano, inglés y alemán, algunos me han sorprendido porque cambian los arreglos de algunos originales y resultan canciones totalmente nuevas para el oído. Pero esta canción, "Catch a fallin´star", que sólo se grabó en inglés, es la joyita del momento, un canto sencillo al carpe diem, ya sabes, coge una estrella y guárdala para los días de lluvia. ¡Me encanta! Ésta sí es la Françoise de los 60 londinenses, muy moderna para los franceses y afrancesadamente chic para los ingleses, ésta es la época en la que Mick Jagger dijo que ella era su tipo de mujer. No te digo....

He encontrado una versión de un tal Joe Broome muy diferente a la de Hardy y no muy brillante pero al menos sirve para hacerse una idea de la canción. Habría que añadir un órgano sixties y la preciosa cadencia de la voz de Françoise. Pego, no me puedo resistir, un vídeo de Hardy grabado en Londres, la canción es "Tout ce qu´on dit" y.... bueno, sobran las palabras, su actitud, sus piernas, su mirada..... Otro día hablaremos de por qué la francesita es tan hermosa como inexpresiva (y en el video no baila excesivamente bien), pero eso hoy da igual. Vamos a intentar pasar el día tarareando esta canción.

Catch a falling star - 1964
Text/Musik: Lee Pockriss/Paul Vance

Catch a falling star
and put it in your pocket
never let it fade away
catch a falling star
and put it in your pocket
save it for a rainy day

Catch a falling star
and put it in your pocket
never let it fade away
catch a falling star
and put it in your pocket
save it for a rainy day

For love may come
and tap you on the shoulder
some starless night
and just in case
you feel you want to hold her
you'll have a pocketful of starlight

catch a falling star
and put it in your pocket
never let it fade away
catch a falling star
and put it in your pocket
save it for a rainy day

For when your troubles
start a-multiplying
and they just might
it's easy to
forget them without trying
with just a pocketful of starlight

Catch a falling star
and put it in your pocket
never let it fade away
catch a falling star
and put it in your pocket
save it for a rainy day

Catch a falling star
and put it in your pocket
never let it fade away
catch a falling star
and put it in your pocket
save it for a rainy day
never let it fade away
save it for a rainy day






lunes, 14 de mayo de 2007

Un poco de humor...

MARTIRIO: LAS MIL CALORÍAS

Pues eso. Que inmersa como estoy en plena operación "con quitarme 6 kilos me conformo", el otro día escuchaba esta canción y me partía porque me sentía tremendamente identificada. Después de ver al G-5 en directo hace poco (brutales), decidí rescatar para el coche un cd de kiko veneno y martirio, a ver si así el viaje al trabajo se me hace más llevadero. No me equivoqué, es que es escuchar cualquiera de las canciones y se me pone una sonrisa de oreja a oreja y un buenrollito que pá qué....

"Las mil calorías" es una especie de rap aflamencado que en mi cd suena junto a las sevillanas alucinógenas de "He visto color" ("qué puntito llevo, que me gusta tó...") y la también muy divertida "Sevillanas de los bloques", en plan pantoja. Ya sabeis, eso de "con mi chándal y mis tacones, arreglá pero informá..."

No hay mucho más decir, sólo que lamento no haber encontrado ningún video en el youtube de "Las mil calorías". A ver si nos reímos un poco estos días, ¡que no todo van a ser lamentaciones!


LAS MIL CALORIAS

Yo empiezo el día con las mil calorías,
y a eso de media mañana, me entra
una flojera, Don Manué,
que me tengo que sentar.

Y me voy a la nevera y qué apuro,
lo que haya me lo como, seguro
y me dan unos temblores
y me dan unos calores, Don Manuel
y me tengo que acostar.

Y yo quisiera, como lo pienso lo digo,
te lo juro, lo que yo quisiera
es volverme invisible, D. Manuel
y que nadie me viera.

Paseando por la calle el otro día
me encontré con una amiga mía.
Y estaba, de verdad,
que es que no me lo creía:
se había quedado encanijá.

Yo no sé cómo puede, te lo juro,
ni lo sé ni lo quise preguntar,
¿cómo se puede vivir, Don Manuel
sin comé de ná?

Suerte que tiene, como lo pienso lo digo,
te lo juro, hay que ver qué suerte tiene,
porque el aire a mí me engorda, D. Manuel
y el vino no me conviene...

Me dicen la gordi, ¡y a mí que no me digan!
total, yo por arriba no,
yo lo que tengo es barriga.

Y eso se pierde en un rato,
que yo no estoy como otras, D. Manuel
¡que se les caen las carnes por los zapatos!

Porque yo nunca fui,
como lo pienso lo digo, te lo juro,
un carro-carne
¡mi hermana si que era gorda, D. Manuel,
mi hermana Carmen!

Y no paso hambre, yo voy a Don Manuel.
Y estoy contenta con él
porque me trata mu bien,
me deja comé y no paso hambre.

Tiene paciencia conmigo,
él me pone unas ampollas,
Don Manuel, muchas gracias,
Don Manuel, me ha convencío.

Y yo sigo con el plan,
lo malo es que, además de las pastillas,
dice que tengo que andar.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Lluis Llach: Que tinguem sort



Corren días de ausencias, de homenajes a personas que ocupan un rinconcito de nuestro corazón. Mi amiga María me ha "prestado" una canción de Lluís Llach. Ya se sabe que las canciones dejan de ser del autor en cuanto las difunde y podemos atesorarlas, regalarlas y prestarlas a nuestra conveniencia. Estos días nos acordamos de los que no están, se encuentren cerca o lejos de nosotros, y como no hay que dejarse llevar por la tristeza, he elegido este precioso poema de Llach, que es un canto a la felicidad, aunque sea lejos de las personas queridas.

Incluyo traducción casera para que nadie se pierda estos versos. Pego también un video que me ha parecido emocionante, el de la despedida de Llach con todo su público coreando esta canción.

Que tengamos suerte y que encontremos todo lo que nos faltó ayer...


Que tinguem sort
Lluis Llach

Si em dius adéu,
vullc que el dia sigui net i clar.
Que cap ocell
trenqui l'armonia del seu cant.
Que tingues sort
i que trobes el que et va faltar
en mi.

Si em dius et vullc,
que el sol faci el dia molt més llarg.
I així robar
temps al temps d'un rellotge aturat.
Que tinguem sort
i que trobem tot el que ens va mancar
ahir.

I així pren (bis)
tot el fruit que et pugui donar
el camí que a poc a poc escrius
pel demà.
Que demà (bis)
et mancarà el fruit en cada pas.
Per això malgrat la boira
cal caminar.

Si vens amb mi
no demanis un camí planer
ni estels d'argent
ni un camí ple de promeses
sols un poc de sort
i que la vida ens done un camí
ben llarg.

I així pren (bis)
tot el fruit que et pugui donar
el camí que a poc a poc escrius
pel demà.
Que demà (bis)
et mancarà el fruit en cada pas.
Per això malgrat la boira
cal caminar.



Que tengamos suerte
Lluís Llach

Si me dices adiós, quiero que el día sea limpio y claro. Que ningún pájaro rompa la armonía de su canto. Que tengas suerte y que encuentres lo que te faltó en mí.

Si me dices te quiero, que el sol haga el día mucho más largo, y así robar tiempo al tiempo de un reloj detenido.
Que tengamos suerte y que encontremos todo lo que nos faltó ayer.

Y coge así todo el fruto que te pueda dar el camino que poco a poco escribes para el mañana.
Que mañana te faltará el fruto a cada paso. Por eso, a pesar de la niebla, hay que caminar.

Si vienes conmigo, no pidas un camino llano ni estrellas de plata, ni un camino lleno de promesas, tan sólo un poco de suerte y que la vida nos ofrezca un camino bien largo.

Y coge así todo el fruto que te pueda dar el camino que poco a poco escribes para el mañana.
Que mañana te faltará el fruto a cada paso. Por eso, a pesar de la niebla, hay que caminar.



domingo, 6 de mayo de 2007

Chansons pour un dimanche soir (3)

Françoise Hardy: Tous les garçons et les filles



Supongo que hoy tocaba hablar de música francesa, una de mis grandes pasiones, por aquello de las elecciones y que todos los presentadores de informativos están en París etc etc... Tenía previsto hablar de ella, de mi adorada Françoise, pero no se me ocurría con qué canción empezar y ha sido la casualidad la que me ha llevado a elegir su grandísimo éxito, el que la catapultó a la fama en toda Europa. Confieso que no es de mis preferidas pero hoy he decidido hablar de ella.

Esta mañana un programa nacional de radio que se emitía desde París ha dedicado un micro espacio a la música francesa, invitando a los oyentes a que llamaran y comentaran sus canciones favoritas. Era de esperar que alguien eligiera este tema, sencillo y cautivador, pero más aún si se tiene en cuenta la figura y la voz femenina que se escondía tras este texto. El oyente decía que era muy "espiritual", bueno, yo no diría tanto pero sí considero que esta canción es enternecedora y lo que en ella se cuenta perdura por los siglos de los siglos.

"Tous les garçons et les filles" habla de esa sensación que todos, y quien no se incluya miente, hemos tenido en algún momento, la de ver cómo todo el mundo menos nosotros está enamorado y camina feliz junto a su pareja. Françoise Hardy tenía apenas 17 años cuando la casa Vogue la lanzó con este tema y precisamente en una noche electoral Francia descubrió a su nueva estrella del pop, aquella chica larguirucha y frágil, que actuó en televisión para amenizar el recuento de votos. El contraste que, en mi opinión, hizo que el tema se convirtiera en un himno generacional es simplemente que nadie se explicaba cómo la preciosa Françoise, con su metro ochenta de estatura, su cara angelical y su voz, podía sentirse sola en el mundo de los enamorados. Y sin embargo, todos nos la creemos, no chirría en absoluto este sencillo canto a la soledad.

Hardy provenía de una familia de mujeres. Muy pronto su padre se fue de casa y ella se crió junto a su madre y su hermana, en los suburbios de París, quedando muchas veces al cuidado de una abuela que le recriminaba ser demasiado alta y demasiado flaca. La joven Françoise, de naturaleza introvertida, se encerraba en su habitación y escuchaba música, la que por aquel entonces programaban las emisoras. Poco a poco empezó a componer y en prácticamente todas sus canciones se respira ese complejo de inseguridad y esa sensación de soledad que nunca la ha abandonado, a pesar de que la vida le ha sonreído en todos los campos. Alguien dijo que Françoise Hardy siempre se dirige en sus canciones a alguien que no la escucha. Lo cierto es que su voz ha resultado ser una compañía reconfortante para muchos, que nos sentimos un poco menos solos cuando escuchamos que otra persona comparte nuestra tristeza.

Por eso hoy, me quedo con "Tous les garçons et les filles", con la Françoise de la foto que todavía no había descubierto el "swinging london" y aún se sentía un bicho raro. Otro día hablaremos de cómo su imagen se modernizó y la jovencita de los suburbios empezó a alternar con Gainsbourg, Dutronc, Jagger o Dylan, sin perder jamás su aire distante que en el fondo revelaba una enorme timidez.

Para terminar, recordar que en la época de Hardy los grandes éxitos se grababan en varios idiomas y esta canción existe en inglés, italiano, alemán y español. Recomiendo la inglesa especialmente, lleva un punto más rápido y resulta muy pegadiza, menos triste. A modo de curiosidad, la versión alemana se tituló "Peter und Lou", imagino que el idioma no permitiría una traducción más ajustada y en la letra Françoise envidia a sus amigos, Peter y Lou, que pasean enamorados y en cada mirada se dan un beso... Cosas del idioma. :)


miércoles, 2 de mayo de 2007

Canciones de domingo (2)

Nacha Pop - Cada uno su razón
Reflejos del ayer




La entrada tiene trampa. Hoy no es domingo, ni siquiera lunes, pero quiero hablar de una canción melancólica por lo que connota y lo que denota, más que apropiada para engañarnos y no pensar que estamos a mitad de semana. Coincide que estos días he estado viendo un dvd que me regalaron hace años de Nacha Pop, al que todavía no le había hincado el diente (mi disciplina para ver dvds musicales todavía es muy perezosa). Coincide, también, con que el título del blog, por el que alguien me ha preguntado, es una de las canciones más bellas de Nacha Pop.

Viendo el dvd me he reafirmado en algo que venía intuyendo hace tiempo. Nunca he sido del Antonio Vega “puro y duro”, o sea, sé reconocer el preciosismo de “El sitio de mi recreo” pero se me queda un poco etéreo, habla de un paraíso personal que no consigo alcanzar. Por eso me gustaba Nacha Pop, aún pareciéndome un grupo irregular (grandes canciones alternadas con grandes bodrios), me encanta la combinación de los dos primos: el sensible Antonio y el divertido Nacho, el místico y el gamberro. Algunos dirán que el brillante y el mediocre, desde luego los discos en solitario de Nacho García-Vega son flojísimos, pero a mí me parece que en el grupo él era un elemento necesario. De hecho, ningún disco de Antonio Vega es tampoco redondo, a pesar de contener temas maravillosos.

“Cada uno su razón” refleja un poco esa dualidad, esta vez en una pareja pero aplicable a muchos ámbitos de las relaciones personales, la atracción de los dos polos, dos personas diferentes que en realidad constituyen la cara y la cruz de un mismo ser. Hace tiempo mi AMIGA MARGA me dijo que esta canción era la banda sonora de un romance ya terminado y eso me hizo pensar de nuevo en las muchas interpretaciones de una canción que consideramos sólo nuestra. O, como diría Antonio Vega, los muchos destellos del mismo cristal. La misma bipolaridad que se plasma en el disco al que pertenece la canción, “Dibujos animados”, en el que conviven trallazos como “Grité una noche” o “Relojes en la oscuridad” con encajes de bolillos como éste o “Lo que tú yo sabemos”.

En otra ocasión discutí sobre si el mejor grupo de los 80 españoles eran Radio Futura o Nacha Pop, pero eso ya no es una discusión de domingo ni de lunes. De momento, me quedo con el olor a ciudad gris (alguien lo comenta en el dvd y es justo lo que siempre me ha transmitido este grupo) de Nacha Pop, la sensación de que siempre llueve débilmente en la vida y la ingenuidad de unos tiempos que siempre parecen más en tecnicolor a pesar de la llovizna (no te asustes del futuro, ese monstruo no vendrá, cantaba Nacho García-Vega).

Pego el vídeo de “Relojes en la oscuridad”, una auténtica muestra de la estética ochentera que marcaron los Nacha.


PD: en la discusión ganan los hermanos Auserón, lo sé, por prolíficos y brillantes, pero yo siempre he estado del lado de los perdedores…





Cada uno su razón (1985)

Cuál fue su reacción
cuando su mirada encontró
y le hipnotizó congelando su expresión.

Ella es como un imán que le quita todo el metal,
tal es su ambición que no da ni un paso atrás

Él es la ingenuidad y ella el saber estar.
Él sueña con hallar la interacción genial
poderla repeler a distancia un poco prudencial.

Tal vez sea mejor no entenderse entre los dos
para conservar cada uno su razón.

Se encuentran al azar
hiperrealismo sensual e imaginación,
se enfrentan sin hablar.

Dificil elección o filosofia o amor
o lo funcional o a la escuela emocional.

Le gustaria hablar de algo que no es real
antes de escuchar lo que conoce ya

Él es la ingenuidad y ella el saber estar
Él sueña con hallar la interacción genial
poderla repeler a distancia un poco prudencial.