jueves, 27 de marzo de 2008

Hermandad musical

THE JAYHAWKS: BAD TIME

Sale el sol y empieza a calentar un poco más. Quedan atrás los petardos y el recogimiento (que este año han formado un cóctel extraño) y son días de mona, cachirulo y primeros paseos por la playa. Por lo tanto, vuelvo a la vida bloguera con un tema al que acompaña una pequeña historia, llena de luz y optimismo.

Estaba hace unas semanas compartiendo mesa, copas y más tarde bailes con uno de esos grupos heterogéneos que surge de unas clases y a los que no estás acostumbrada a ver más allá de las 6 de la tarde (ni antes de las 9 de la mañana). Formábamos una panda extraña pero bien avenida y afortunadamente elegimos rápidamente el primer sitio para las copas (ya saben, un trance decisivo en toda quedada con gente semi-desconocida). Más tarde, entramos en otro garito, éste más arriesgado, y de repente comenzó a sonar esta canción. El grupo no hablaba, se había disgregado aprovechando que la pista estaba vacía, probablemente buscaban familiarizarse con los perfiles del local. Yo bebía tranquilamente y cuando levanté la vista de mi cerveza pude ver, maravillada, que TODOS estábamos bailando esta melodía. Y había felicidad, complicidad, sonrisas, diversión, hubo incluso quien se animó a coger alguna cintura femenina y se marcó un agarrado inocente. Sin darnos cuenta habíamos entrado en una especie de comunión musical de tintes tan sanos como la misma canción, la versión de los Jayhwaks, que no busca otra cosa que gustar, divertir y entretener.

Horas más tarde habíamos compartido abrazos, más risas, alguna que otra confesión, miradas y anécdotas que algunos no olvidaremos. Me fui a casa pensando que el mundo está lleno de seres que buscan cariño, diversión y risas a coro un sábado por la noche. Qué menos. No sé si nos volveremos a ver, pero esta canción siempre me traerá aquellas caras a la memoria.

Feliz jueves. :)

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