viernes, 25 de julio de 2008

Me olvido del olvido

G5: PERDÍO

No sé por qué este grupo ha tardado tanto en asomarse por aquí, ya que llevan 1 año en mi coche, acompañándome en mañanas y tardes interminables de verano, en amaneceres de invierno, en mi peregrinaje diario a la fábrica... G5 es el experimento que montaron Kiko Veneno, los Delinqüentes, Muchachito y ese gitano genial y transgresor que yo no conocía, Tomasito, superdotado para el baile y el espectáculo.

Esta semana ha sido agotadora, mentalmente y físicamente, con una vuelta al trabajo precipitada, un puñado de horas extras para terminar una entrega y disgusto compañeril incluido. He sobrevivido porque llevaba la cabeza llena de Cohen y Morente, si no, no lo cuento. El caso es que, cuando vislumbro un par de días de descanso y sol, y más a lo lejos las ansiadas vacaciones, vuelvo a mis amigos, al G5, a la canción que tantas veces me ha hecho saltar y brincar. Mis amigos, a los que descubrí de casualidad una noche de junio sobre un escenario y a cuyos pies caí rendida al instante.

Así que para un viernes de sueño y un fin de semana de verano total, Perdío, y prueben a canturrear eso de yo quiero encontrar la felicidad y olvidar el olvido, yo quiero soñar como un esquimal sin morirme de frío. Va por ustedes. :)


martes, 22 de julio de 2008

Sin palabras

HOY NO HAY CANCIONES

Tengo la extraña costumbre, casi ritual, de no escuchar durante un tiempo nada de un artista que me haya conmovido en un concierto. Imagino que mi alocada cabeza no quiere recordar que la magia se ha esfumado, que he vivido unos instantes únicos y que luego la vida sólo puede volver a ser igual de gris. La sensación de tristeza e intranquilidad dura unas semanas, unos meses, hasta que todo vuelve a su lugar y vuelvo a alegrarme de oir cantar a quien me ha hecho feliz, en la superación personal de una especie de proceso de duelo interno.

Lo que vivimos el domingo en Benicàssim no se esfumará nunca de mi memoria. Siento ahora cierta melancolía porque todo ha terminado, porque jamás volveré a sentir en el Escenario Verde las sensaciones que viví hace poco más de 24 horas, aunque vuelva a emocionarme. No será igual, vendrán otros, otras canciones, otras personas, pero jamás volveré a ver a Leonard Cohen y Enrique Morente y familia, en eso que los críticos llaman "estado de gracia". Me queda el consuelo de que durante toda mi vida podré decir "yo estuve allí" y no será una presunción ni el afán de centrar una conversación, sino el suspiro de alguien que conoció un anochecer de julio la felicidad en forma de música, la tocó, se dejó envolver por ella, y se vio obligada a dejarla marchar.

Porque estuve allí, haciendo una cola absurda que se esfumó en cuanto abrieron las puertas del Escenario Verde, demasiado tarde para los que nos apiñábamos allí, demasiado pronto para la historia del festival. Estuve allí abanicándome junto a aquella cuarentona rockera ("yo soy de ACDC") que había ido sola a ver "a Enrique y Leonard". Allí vimos aparecer al altísimo y elegantísimo canadiense, con sonrisa de abuelo entrañable, que dejó atrás todas sus rarezas e inició su actuación con Dance me to the end of love, arrodillado frente a su público. Y escuché todo el repertorio que tanto me ha ayudado a soñar: Suzanne, I´m your man, So long Marianne, Everybody knows, Hallellujah y tantas otras. Y cuando desapareció de mi vista supe que nunca volveré a ver a este hombre y me quedó un resquicio de tristeza en los ojos.

Más tarde vinieron las risas, los colegas, el reencuentro con una amiga que hace años que no veía, y entonces nos dispusimos a escuchar la fusión entre Enrique Morente y Lagartija Nick.

Cómo explicarme... durante una hora más de 20 personas (palmeros, coro de mujeres, bailaores, guitarristas) cogieron mi alma y la sacudieron, a golpe de raza, de talento divino y de cante apasionado, en el mismo escenario en el que los modernos han visto a Oasis, Blur, Nick Cave, Radiohead o al insoportable Morrissey. Pero faltaba la voz de Estrella Morente para elevarnos un poco sobre el sucio asfalto del Fib y la piel se me erizó al oir me condenaron a 20 años de hastío y reconocer el First we take Manhattan, reforzado por Enrique Morente y los coros de gitanos ante los que me habría gustado en ese momento arrodillarme, como había hecho horas antes el propio Cohen. Y faltaban las guitarras y la batería de Lagartija Nick para confirmar que definitivamente, nunca volveríamos a sentir aquello y sólo podía mirar en silencio a mi vieja amiga Isabel que, con un gesto de alucine, se señalaba el vello del brazo, tan de punta como el mío. Y faltaba el Take this waltz para que la fiesta culminara en una apoteosis de alegría en la que hubo hasta niños en el escenario... y Estrella Morente se mezcló con las Negris... y todos se miraban entre ellos con júbilo y un brillo en los ojos que provocaba la envidia del público... y Enrique ejerció de sacerdote en aquella fiesta pagana que tanto tuvo de acto de fe. El enorme predicador, que había entonado el Hallellujah en clave gitana minutos antes, nos miraba y sonreía, viendo que éramos quizás 25.000 fieles los que vibrábamos extasiados frente a él, anochecida la playa de Benicàssim a nuestra derecha, mientras en otra carpa actuaba un tal Richard Hawley...

Imposible reproducir de otra manera lo que viví el 20 de julio de 2008. Alguien me dijo al terminar: "puedo ver a Richard Hawley cuando quiera pero esto no podía perdérmelo". Hubo quien, en clave de humor, me dijo: "Morrissey va a pedir ahora que le saquen a las Negris porque si no, a ver cómo supera esto".

Cuando miré al cielo, vi que había luna llena, o eso me pareció en mi delirio de felicidad. Y sólo pude pensar que las personas que habían desfilado por el Escenario Verde están tocadas por la mano de Dios. No se me ocurre otra explicación.

Las canciones, otro día. :)

viernes, 18 de julio de 2008

Compromiso con la fuerza

FACTO DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES: LA FUERZA


Ayer me quedé sin batería. Pero no la del móvil sino la mía, las pilas internas. Se me agotaron, tuve una pequeña caída en mi trayectoria fuerte y energética de los últimos meses y noté cómo perdía oxígeno. Nada grave, supe que era algo momentáneo pero decidí recargarme y, como suelo hacer con la batería del móvil o de la cámara, elegí la noche para alimentar mi mecanismo interno. Y elegí a las personas, salí a la calle sin coche y sin ganas de nada, decidida a ver brillos, sonrisas, chistes, una cena improvisada, una cerveza, unas anécdotas de otros veranos y en fin, la gente que es mi "pequeña familia", junto con caras nuevas que te hacen recordar que no todo está perdido.

Y esta mañana, como el despertar ha sido horrible y el peregrinar por la calle al metro todavía peor, me he metido un chute de Facto Delafé, otra vez. Me he dado cuenta de que las cosas en palacio siempre van despacio y yo me había encallado, pero a la vez he sabido que salía el sol y la tierra giraba. Andaba entre huertas y calles feas y me sentía como en uno de sus videoclips, como si pudiera saltar y flotar. Como esos sueños en los que pegas un saltito y vuelas, tan sólo a unos palmos del suelo. He recordado que el sábado pasado, mi mejor amigo me decía "dale gas, Juani" y yo contestaba "ya le doy", muertos de risa. Y he vislumbrado la perspectiva de los 3 días que me quedan por delante, en los que pienso llenarme la retina y el cerebro de música, luz, caras, palabras, miradas, de nuevo rodeada de los que me quieren y de aquellos a los que quiero. Y más allá, la perspectiva de otros días de luz, reconciliada con mi familia "de verdad" y con el mundo en general.

Por eso, ya vuelvo a la batalla. Porque sigo con los que más quiero. Porque somos expertos en cagarla y seguir adelante. Y los que no me quieren, no tienen sitio a mi lado. Y los que no saben si me quieren o están esperando para saberlo, tampoco. Porque como dicen los Facto, hoy tengo un compromiso con [...] y su sonrisa. Que cada cual introduzca en los corchetes su nombre, si cree que de verdad su sonrisa y yo estamos comprometidos. :)

Facto Delafé y las flores azules estuvieron anoche en el FIB. Feliz fin de semana.

PD: la canción de la mañana es La Fuerza...

martes, 15 de julio de 2008

¡Hola!

KIKO VENENO: CONTIGO

No me falla la memoria y ya sé que hemos hablado de este tema anteriormente, pero sólo de pasada. Nos referíamos a él más o menos hace un año pero qué quieren, El hombre invisible me sigue pareciendo un decálogo vital imprescindible, el mejor disco de Kiko Veneno en los últimos años, una gran colección de canciones que ha permanecido todo el invierno en mi coche y cada vez me suenan mejor.

Ésta es la canción de las cosas pequeñas. Una letra muy Veneno dedicada a la persona con la que uno se acuesta, se levanta, se ríe, se desbarata, se pierde, se encuentra y en definitiva, busca la senda. Y me he acordado de esta letra porque en ocasiones basta con recibir un "¡Hola!" vía sms para sonreir, no hay que pedir mucho más a la vida. Ha sido como si el maestro Kiko me susurrara por detrás eso de No estás sola, ¡hola! Es el mundo el que está solo...

Gran canción (aunque me sobran un poco los coros de Pau Donés) y enorme vídeo, como no podía ser menos. Disfruten del sol y digan "¡hola!" a cada persona que se crucen. :)

lunes, 14 de julio de 2008

Tomemos la Bastilla

GNARLS BARKLEY: GONE DADDY GONE

Todavía recogiendo los pedacitos que quedan de mi cuerpo tras el Ceramic Festival (esa gravilla...), me dispongo a mirar al futuro y por ahora mi horizonte más próximo está en la cita anual, en mis vacaciones de chicas, en esa fuente inagotable de anécdotas y "mini-momentos" especiales... en una palabra: el FIB nos espera.

Del Ceramic sólo decir que Cooper sigue siendo el amo por muchos motivos, que los Lori Meyers sonaron bien y que dimos un digno pistoletazo de salida al verano musical. Y del FIB, bueno, confesaré que exceptuando el domingo, es el año que menos me atrae pero allí estaré fiel a mi cita, para gritar "thank you Benicàssim", para esquivar guiris cerdos tirados en el suelo, para seguir un planing de conciertos, cenar a destiempo, recuperarme con los tanganazos de cerveza reconstituyente y para sentirme viva por todas partes.

Y uno de los grupos que intuyo nos deparará mejores momentos es éste, los Gnarls Barkley, con un hitazo de esos que te impulsan a bailar aunque sean las 3 de la mañana y en el Escenario Verde ya no quepa ni un alfiler...

Benicàssim, get ready!




POR LA REVOLUCIÓN

Hoy es 14 de julio, hoy hace 219 años que se tomó la Bastilla y, aunque algunos ya lo celebramos el viernes, no me resisto a volver a mirar a nuestros vecinos, al hilo de una petición que me dispongo a complacer. Siempre encantada de rememorar a Monsieur Gainsbourg, aquí va la letra de Ballade de Melody Nelson. Que la disfruteis. :)

Ça c'est l'histoire
De Melody Nelson
Qu'à part moi-même personne
N'a jamais pris dans ses bras
Ça vous étonne
Mais c'est comme ça
Elle avait de l'amour
Pauvre Melody Nelson
Ouais, elle en avait des tonnes
Mais ses jours étaient comptés
Quatorze automnes
Et quinze étés
Un petit animal
Que cette Melody Nelson
Une adorable garçonne
Et si délicieuse enfant
Que je n'ai connue qu'un instant
Oh ! Ma Melody
Ma Melody Nelson
Aimable petite conne
Tu étais la condition
Sine qua non
De ma raison

Ésta es la historia
de Melody Nelson
que a parte de mí mismo nadie
tomó jamás entre sus brazos.
Os sorprende
pero es así.
Tenía amor,
pobre Melody Nelson.
Sí, lo tenía a toneladas
pero sus días estaban contados.
Catorce otoños
y quince veranos.
Un pequeño animal
esta Melody Nelson.
Una adorable "garçonne"
y tan deliciosa niña,
que sólo conocí por un instante.
Oh! Mi Melody
Mi Melody Nelson...
Amable y pequeña gilipollas*,
eras la condición
sine qua non
de mi razón.


* "Con", además del masculino de gilipollas, es "coño", pronunciado exactamente igual que el femenino "conne". ¿Un nuevo juego de palabras de Serge...? :)

jueves, 10 de julio de 2008

La lengua me corté

EL NIÑO GUSANO: MR. CAMPING


Una nota negra y breve en un día que no da para mucho, físicamente. Ha muerto Sergio Algora, alma y voz de El niño gusano o Muy poca gente, entre otros, y más recientemente de La costa brava.

Yo no era una rendida fan de ellos, pero tengo discos de El niño gusano y los vi en directo hace un porrón de años... Quiso el azar que justo ayer, horas antes de conocer la noticia, me hiciera con el Llamadas perdidas de La costa brava, porque pasado mañana tenían previsto actuar en un festival gratuito cerca de mi ciudad y pensaba acudir a la cita, como no podía ser menos. Tras haber escuchado el disco, decididamente no soy fan de La costa brava aunque me hace gracia eso de adoro a las pijas de mi ciudad (un amigo siempre dice "a mí las pijas me dan morbo").

Pero es triste, muy triste, que muera alguien a los 40 años y muchos hoy lloran a este hombre polifacético y tremendamente creativo. Hay quien me dice que era "de andar por casa", otros recuerdan que en un concierto del Niño Gusano acabaron en una especie de conga improvisada por la calle...

Yo me quedo con esta canción de los zaragozanos, que tantas veces he cantado y bailado, para mí uno de sus mejores hits, que ya desde el inicio ofrece una idea del surrealismo que siempre acompañó a Algora y sus bellacos: Si tuvieras que comerte, ¿por dónde empezarías? ¿qué parte cogerías la primera?.


El Niño gusano: Mr. Camping

martes, 8 de julio de 2008

8 letras

SERGE GAINSBOURG: ELAEUDANLA TEÏTÉÏA
Cultivo mi dolor tecleando esas ocho letras


Un martes como un lunes, el de hoy es uno de esos días absurdos que pasan a la historia en la categoría de olvidables. Un día gris en un verano; un inicio de semana que sólo quiere convertirse en viernes. Y como el domingo me empapé con deleite de un reportaje de Gainsbourg, viene a mi cabeza esta cancioncilla, genial y sencilla a la vez, una melodía que podría tararear todo el día hasta que acabe este aburrido martes.

Hace poco surgió una duda ortográfica en el trabajo, acerca del fonema francés que "pega" dos letras, como en "coeur", en el que la o y la e deben escribirse juntas. Decidí consultar el entuerto con un compañero nativo y al teléfono me dijo las palabras mágicas: "eso se llama e dans l´o"... y entonces, junto a un recuerdo rápido de los larguísimos dictados en el colegio que yo reproducía concienzudamente, me encontré tarareando mecánicamente aquello de l-a-e dans l´a-t-i-t-i-a, o lo que es lo mismo, el Elaeudanla Teïtéïa de Gainsbourg que, con este galimatías fonético, no hace más que deletrear el nombre de su amada: Laetitia, en latín Leticia y "alegría" (no se sorprendan, estuve a punto de llamarme Laetitia Dumont, pero escrito así, Laetitia, no me fueran a confundir años después con cierta periodista venida a más...).

Con su habilidad habitual para jugar con las palabras, Gainsbourg nos ofrece en esta cancioncilla las posibilidades de su voz, saltando de una sílaba a otra, con el aire jazzy que tanto le gustaba, mientras habla del nombre que escribe en una Remington portátil: L A E T I T I A. Si hay que ir a la deriva, yo voy por ti, le dice a Laetitia, a la que advierte de que ningún día se parece al anterior.

Una tonadilla maravillosa del gran Serge, para pasar un día que se parece a muchos otros días. Feliz martes. :)


Serge Gainsbourg: Elaeudanla Teïtéïa (1968)

domingo, 6 de julio de 2008

Nos vamos de excursión

LOS MAGNÉTICOS: SIN GRAVEDAD
A tu cara pálida ponle un poco de color


Ni la paciencia del Santo Job bastaría para postear con una conexión telefónica... En fin, aquí estamos de nuevo y todo para compartir una canción muy fresca, muy divertida y, como no podía ser menos, muy veraniega. Porque ayer nos fuimos de excursión playera con las sombrillas, la crema, la nevera, las cervezas y hasta con niño incluido, que los años no pasan en balde. Y me acordé de Nos vamos de excursión, el primer hit de los Magnéticos, pero también de Sin gravedad, que suena infinitamente mejor y me trae recuerdos de un agosto de 2001, de un primer Benicàssim y de unos días en los que todo parecía salir lo mejor posible. A 40 grados en aquella carpa hubo confetti, cartas de la baraja magnética, fotos y risas. Y durante aquellos días guardamos millones de anécdotas que todavía salen a la luz: las charlas interminables con el amigo asturiano que nos echamos, el café que nos venían a pedir los vecinos con la taza en la mano, la cafetera eléctrica que hizo saltar el sistema del camping, el ambiente cutre del Montemar, que todavía nos recibe cada año a la llegada al recinto con el mismo cartel: "Guardamos carabanas todo el año". (No es una falta de ortografía, es parte del encanto).

Los Magnéticos fueron uno de los grupos valencianos surgidos a mediados de los 90, que protagonizaron la llamada "explosión naranja". El conjunto de los hermanos Tormo y el incombustible Isma Rumbeu es muy especial para mí, por diversos motivos. Los conocí de acompañante en una entrevista y sobre ellos versaría, meses después, la segunda crónica concertera que tuve el gusto de firmar en mi vida, en una publicación "seria". Pero la chispa saltó cuando, en uno de los típicamente valencianos cruces carambolescos de destinos (bendita ciudad, tan grande y tan pequeña), resultó que Mamá Dumont había sido profesora de los hermanos, que todos se recordaban mutuamente y que el cantante incluso mencionó la visita de una pequeñísima Margaret Dumont en una ocasión al aula, cuando él contaba con unos 9 años. "Una cosa pequeña y rubia", diría el mediano de los Tormo al evocar algo de lo que yo tengo un recuerdo más que difuso.

Los Magnéticos publicaron 2 lps y se retiraron hará unos 5 años pero siempre se les recordará por tener uno de los directos más divertidos de la música española. Con toques futuristas en un claro homenaje a Aviador Dro, el cuarteto llenaba el escenario de pelotas hinchables, gafas de plástico y demás parafernalia que el público acababa por repartirse, al tiempo que coreaba los estribillos fáciles y frenéticos de las canciones. A los dibujos de César Tormo se unieron las creaciones en plastelina de Pablo Llorens, un talento del género en España, tal y como se puede comprobar en el vídeo de Sin gravedad. Llorens, que tiene 2 Goyas en su haber, nos enseñó un día su estudio, haciendo gala de la misma amabilidad que demuestra siempre que coincidimos en la noche valenciana.

Podría seguir con infinidad de otras vivencias asociadas a todos estos nombres pero no es cuestión de aburrir al personal ni de creerse que el blog es un diván de psicoanalista. Aquí está Sin gravedad, un tema que habla de verano, de amigos, de luz, de diversión, de sustancias para despegar, de buen rollo, de playa y de vacaciones, al menos esto último en mi cabecita. Y me quedo con esa frase que bien podría encabezar este rincón para compartir sonidos: las canciones buenas se cargan la gravedad.

Feliz inicio de semana. :)


Los Magnéticos: Sin gravedad
(Indestructible, 2001)


jueves, 3 de julio de 2008

Pobre Leonardo

LEONARD COHEN: HALLELUJAH
Alabad a Yavé con júbilo


No es que yo sea de las que se cogen al carro de los desprecios facilones y en general, de la intolerancia acerca de los gustos ajenos. En absoluto. Pero sí he de decir que odio Operación Triunfo y podría esgrimir un argumentario entero para destruir este concurso, en todas sus etapas, desde el primer programa tan "inocente" y "espontáneo", hasta ahora, con Risto, los castings y todo el equipo. Me parece un canto al mal gusto estético y musical, a la mala educación, a la destrucción de los valores que sibilinamente se aducen como pilares del programa (esfuerzo, trabajo, sacrificio: y una leche). No obstante, además de que en su casa cada uno ve lo que le da la gana, entiendo que es un programa de entretenimiento que funciona, cada vez menos, pero cumple su cometido.

El caso es que suelo ver los 10 primeros minutos de las galas porque me pillan frente a la televisión preparándome la cena y el martes pasado se me pusieron los pelos de punta. Tras un resumen de un concierto infame en Zaragoza, la pandilla de maniquís chillones sale en el escenario y perpetra una versión de una de las canciones más sobrecogedoras de Leonard Cohen y casi de la música contemporánea: el Hallelujah, que ha sido retomada más de cien veces por los más diversos personajes (¡hasta suena en Shrek!) y, sin haberlas oído ni de lejos todas, estoy casi segura de que lo que vi en telecinco el martes era la más desacertada.

Yo descubrí esta canción en voz de Jeff Buckley, incluida en la serie OC (con semejantes referencias, entenderán que no tengo autoridad moral ninguna para discutirle al vecino lo que ve en su televisor), en un plano delirante en el que el jovencito Seth Cohen (casualidades) se alejaba hacia no se sabe dónde, en el catamarán de papá, en el cálido mar de las costas californianas... Más tarde supe que era del maestro Leonard y luego recordé por qué la melodía me sonaba: los Surfin Bichos incluían otra versión en el Family Álbum I, con aquello de oí que había un acorde secreto, David lo tocó y le agradó al Señor pero no os importa mucho la música, no.

En fin, aprovecho para recordar que Leonard Cohen estará en el mítico Escenario Verde del FIB el domingo 20 de julio y cuelgo hoy la versión original y la de Buckley, haciendo mío eso de no os importa mucho la música, dedicado a mis adorados triunfitos. :)


Leonard Cohen



Jeff Buckley

martes, 1 de julio de 2008

El hiphop de la mañana

FACTO DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES: MAR EL PODER DEL MAR

Se me acumula la faena: buscar un par de canciones para dos amigos del blog a los que (como me suele pasar) prometí algo que llegará con retraso; ponerme al día de los cientos de discos que se publican cada mes y que me van llegando poco a poco; madrugar para soportar la bendita jornada intensiva; prepararme para lo que pueda (o no) venir, soñar con los ojos abiertos y vivir, sonreir, disfrutar...

En fin, atendiendo a alguna petición de ciertos amigos invisibles que quieren descubrir nuevos sonidos, vamos con una facilita. Ésta es una canción "de anuncio", que sonaba no hace mucho con la llegada de la primavera a ciertos grandes almacenes... No es que Facto Delafé sean mi grupo favorito, ni mucho menos, pero ponen la música perfecta a las mañanas de calor, conduciendo por la ciudad. Será que hoy estreno zapatos, será que han empezado las rebajas, será que me lo paso bien escuchándolos, el caso es que este hiphop suave y elegantón será del agrado de muchos, seguro. Este tema se incluía en su primer lp, Facto Delafé vs El Monstruo de las Ramblas pero en mi humildísima opinión, el segundo y último hasta la fecha, La luz de la mañana lo supera con creces, a pesar de eso tan manido aducido por algunos críticos, eso de que "han perdido la frescura", en fin.

Por cierto, estarán en el FIB, el jueves 17 de julio. No tengo tiempo de más por hoy, se me acumula la faena...