lunes, 21 de diciembre de 2009

Against the wind

RAIMON: AL VENT
Al vent del món


Esto... A ver... ¿Cómo se empieza en estos casos? Personalmente, prefiero emular al maestro y seguir como si nada hubiera pasado, con aquello de "decíamos ayer..." pero como son varios los que me preguntan por el blog, les diré que bien, gracias. Al recibo de la presente han de saber que he emprendido una especie de viaje iniciático durante unos meses, me he visto con la desprotección propia del cambio forzoso de rutina y he huido a otros lugares, con otras gentes. He cambiado mi aspecto físico y me he intentado reencontrar con la que fui hace diez años, pero ha sido imposible. En resumen: jodida y puteada en el paro por culpa de un expediente de regulación decidí entregarme al hedonismo estival, tras el cual engordé unos kilos, me teñí de oscuro y creí que volver a las aulas sería mi salvación. Craso error. Consciente de mi fallo y arrastrándome por un via crucis que en ocasiones ha sido un valle de lágrimas, me he asido a varias tablas de salvación, llegando a la conclusión de que, como esta capacidad de transcribir absurdeces sin darle nunca al "delete" no podía desaprovecharse, el blog no podía seguir huérfano por más tiempo. Así que he vuelto, no prometo regularidad pero sí líneas y líneas de música e ideas. ¿Has oído, Ramón...?

El otro día estuve con Raimon (pronúnciese Raimón), con motivo de un reconocimiento por parte de la Universitat de València. En mi nueva (y brevísima) faceta de reportera dicharachera, le pregunté por Al vent y la canción protesta y me contestó que si fuera joven, no se limitaría a protestar "chimpún, chimparrapún, contra el hambre, contra la guerra", sino a actuar: votando un partido para el cambio o implicándose en la sociedad.

Y yo, que le tenía manía a esta canción, aprendí a amarla, llegando tarde, como siempre. Y es que, como tuve que aclararle a alguien días después, obra en mi poder la discografía de este cantante de Xàtiva, en vinilo, gracias a Papá Dumont. Pero nunca le he prestado demasiado interés. Sin embargo el otro día me pareció un hombre cercano, entrañable y sensato. Y cuando oigo Al vent me estremezco, no tanto por el mensaje sino porque su voz suena emocionada, temblorosa, con un deje de solemnidad que se me contagia. Un canto a la esperanza, a la unión de todos, a contracorriente cogidos de la mano, frente a la vida que nos hace llorar tantas veces.

Y cuando llevo días tarareando Al vent y cansada de ver imágenes de Raimon, cuando todo parece terminar y en un cuarto de hora voy a cumplir un año más y la proximidad de las fiestas me hace preguntarme qué será de mí en 2010, aparece un regalito en mi estantería. Lejos de la discografía paterna, entre mis cuatro paredes, entre los objetos que tan celosamente guardo en mi santuario privado (mi despacho), surge una joyita entre mis manos: Al vent en single de vinilo, comprado por mí hace unos años, en un mercadillo de barrio en el que alguien que querría vaciar su casa de trastos me lo vendió por 1 euro.

Y el círculo se cierra, ciertas cosas vuelven a tener sentido y me doy cuenta, una vez más, de que me he hecho mayor y camino por mí misma. Siempre, siempre, con el viento de cara que, como ya dije una vez, dificulta el andar pero despeja la mirada. 2010 está entre mis manos, yo tengo el poder.

¿Sabían que Raimon compuso Al vent cuando iba de paquete en una moto? O al menos eso dice la leyenda. ;)

Feliz lunes.
Feliz Navidad.
Feliz año.

viernes, 31 de julio de 2009

Hasta pronto...

BRUCE SPRINGSTEEN: WAITIN' ON A SUNNY DAY
Gonna chase the clouds away


Exhausta. Agotada. Reventada. Así es como me siento al final de este final de curso horrible en el que me han vapuleado, física y anímicamente, dejando pedazos de mí por todas las paredes de una habitación en la que las luces se han apagado para siempre. Hay trocitos de mi corazón por las sillas, por las mesas, palabras suspendidas en el aire, lágrimas en los teclados de los ordenadores... De la veinteañera que entró una tarde de diciembre en una sala enorme con mirada asustada y manos temblorosas queda hoy una guerrera que por un tiempo va a lamerse las heridas, porque en estos momentos soy un guiñapo lloroso e hiposo. Lo han conseguido, me han rajado y me han sacado las tripas, han puesto mis emociones al descubierto y en un mes especialmente doloroso por una pérdida irremediable, me han hecho desnudar mi rabia aún más y dejar que otros participaran del espectáculo. Qué dolor tan intenso, jamás pensé que me sentiría así.

Por eso creo que mi cita de anoche con el Boss tuvo algo de mágico e incluso catártico, por lo que tiene que venir. Porque cuando uno mira a un escenario y ve a gente feliz sobre él, eso se contagia y se queda en la retina y en el cerebro. Y cuando ves esa misma felicidad en los ojos de los que te rodean e incluso alguien , con una mirada llena de ingenuidad, te dice "soy muy feliz" mientras suena Jungleland, esos momentos sirven de reserva para la lucha y los bajones.

Así que, por una temporada, bajo la persiana y me voy, no sólo de eso que se llama "merecidas vacaciones" sino a replantearme mi rutina, mi vida después de agosto y muchas otras cosas. Porque necesito curarme y exfoliarme de tanto sentimiento y tanta pena; porque han sido unas semanas de infarto y no hay cuerpo que resista esto, ni siquiera el de una guerrera de aires nórdicos. Porque desde que comenzó el año he mascado la tragedia y me he preparado y la lucha ha sido dura. He perdido. No pasa nada. Ya ganaré otras batallas. En otras trincheras me defiendo mejor.

Cierro un ciclo y guardo en mi caja de recuerdos a un montón de personas y de momentos increíbles. Pero para relamerme los arañazos y mitigar el escozor que siento por todo lo que se ha roto, recurro a The rising, el lp que Springsteen dedicaba al 12-S, no al día de la tragedia sino al día después, en el que toca hacer recuento de bajas y tirar para adelante. Porque así llevamos haciéndolo durante años. Y me quedo con un himno naïf pero encantador, el que anoche Bruce trató de hacer cantar a unos niños con mirada de alucinados (barreras idiomáticas, diría alguien) y que, aunque no fue lo que mejor sonó, resultó un pequeño bálsamo de sencillez y alegría. Qué más se puede pedir además de una larga noche de rock and roll...

Adiós, pena. Adiós, porcelanas. Nueva York, allá voy...

jueves, 9 de julio de 2009

Reflexiones sobre Jacko

MICHAEL JACKSON: HEAL THE WORLD

He caído en la espiral jacksoniana, la mejor serpiente de verano que los medios recuerdan en años. Y eso que a mí Jackson nunca me ha despertado especial interés, pero reconozco sus genialidades y admito que estuve pegada a la tele viendo su funeral-homenaje-concierto. Y me encantó. Todo esto me suscita reflexiones que a nadie importan así que, qué mejor sitio que éste para volcarlas.


El funeral de Michael Jackson ha costado un millón y medio de dólares a la ciudad de Los Ángeles, en cuestión de seguridad destinada al evento y demás trámites. Ahora nadie sabe quién se hará cargo de la suma y muchos vuelven a elevar sus voces en contra de lo que llaman "circo" y demás apelativos peyorativos. Sin ir más lejos, hace un par de días escuchaba una "sesuda" tertulia de mujeres periodistas e intelectuales en las que directamente se tachaba de "imbéciles" tanto a los que seguían el show como a los que tuvieron la suerte de estar allí. Bueno, dejemos al margen la consideración de que una escritorcilla que renuncia a su nombre y elige un apellido espídico para firmar tampoco sube un escalón más allá de la imbecilidad o la mediocridad latente en sus textos. Centrándonos en Jacko, yo debo de ser imbécil, y paso a exponer los motivos:

1. Porque vi el funeral-espectáculo.
2. Porque disfruté con él y porque la música negra en general me hace vibrar y más cuando tiene connotaciones solemnes.
3. Porque entiendo a los que pasaron la noche al raso para estar allí (quizás yo no lo hiciera, o quizás sí, pero los entiendo).
4. Porque entiendo a los que lloran cuando su estrella favorita muere. El otro día ensayé distintas técnicas de viaje astral mirando al suelo mientras un montón de gente a mi alrededor decía no comprender las lágrimas por la muerte de un artista. Allá ellos. O allá yo, que soy imbécil.
5. Porque sé lo que es emocionarse con una canción y sentir un cosquilleo en el estómago antes de ir a un concierto y permanecer todo el mismo con la boca abierta y buscar un determinado tema o una voz para un momento de tristeza o alegría. Porque, en fin, he explorado todas las vertientes terapéuticas y emocionales de la música.

En definitiva, a mí las personas que no entienden a los que amamos la música me merecen muchos calificativos y no los verbalizo, ni los pienso, porque creo que en esta vida cada uno se emociona con lo que quiere. Hay quien graba vídeos de setas, hay quien estudia lenguas muertas, hay quien se masturba con películas de Shirley Temple (como el propio Jacko, parece ser). Y a mí me da igual. Vive y deja vivir ¿les suena? O para los cinéfilos, Vive como quieras.

Volviendo al funeral, desde luego los americanos tienen un sello propio a la hora de organizar estos tinglados y eso no se les puede negar. Para lo que son ellos, incluso lo vi comedido y me encantaron algunas canciones: Jennifer Hudson con el Will you be there, Germaine cantando la canción favorita de su hermano (el Smile de Chaplin) y, por supuesto, todos al final entonando el We are the world y empalmando con mi favorita, Heal the World.

Sólo me chirriaron algunas cosas y no precisamente la aparición de Paris Jackson que, en fin, supongo que se enmarca en la emotividad del momento y en el morbo que a todos nos daba ver la cara de la niña, siempre tapada con pañuelos (por cierto, descubrimos que la cría no sólo es normal sino que es una monada, como sus hermanos). Todo ello entra dentro de un objetivo de este funeral que no sé si se cumplió y que es una de las cosas que no me encajan: dar una imagen de normalidad de Michael Jackson. A ver, Jacko era un genio y aportó mucho a la música en todas sus vertientes pero "normal", lo que se dice "normal" no era... Algún día alguien identificará la enfermedad mental (¿anorexia? ¿depresión? ¿esquizofrenia paranoide?) que el artista padecía y que le llevaba a cometer las excentricidades que todos conocemos. Pero no me cuadra que ahora se hable de él como alguien corriente, rodeado de su familia, sus hijos, sus primos...

Por otra parte, otra de las cosas que me chocó mucho fue el evidente simbolismo pro-afroamericano que se respiró durante todo el evento. Los descendientes de Martin Luther King, un reverendo negro, hasta una congresista negra salió a marcarse un speech en pro de los derechos de su etnia. ¿Se nos ha olvidado ya el desteñimiento progresivo de Michael? ¿Acaso debemos ignorar que el cadáver que descansaba en el féretro de 18.000 dólares tenía la piel pálida? Qué pobre contribución realizó el artista a la integración de su comunidad, digo yo. Y me dio mucha risa ver una tertulia improvisada en La 1 en la que, además de hablar constantemente por encima de la retransmisión del funeral, había unos cuantos invitados de chicha y nabo (porque a esas horas nadie más podría) entre los que vi a uno de los Cruz y Raya (sin palabras) y al triste Álex de la Nuez (ex-rosenvinch). Éste, además de soltar unas lagrimitas, soltó unas perlitas como la que cito textualmente a continuación: ME ATREVO A DECIR QUE SI NO FUERA POR MICHAEL JACKSON, OBAMA NO SERÍA PRESIDENTE HOY. Jajajajajaaaaa, qué país... el nuestro, claro, donde cualquiera opina y ala, se queda tan ancho.

En fin, vuelvo a decirlo, o nos quedamos con la idea de que Jacko era un enfermo que vivió preso de su mente o lo recordamos como alguien "anormal", pero en ningún caso un defensor de la comunidad negra ni una persona "normal". Si acaso un lunático cuyos delirios todos hemos seguido con interés morboso y hemos contribuido a que toda su vida fuera una patochada. Pero por encima de todo, y vuelvo al principio, como debo de ser un poco imbécil, yo me quedo con su música y con las canciones que me gustaban de él. Como además de imbécil soy facilona, voy a explorar las que no conozco y en especial esa trilogía de discos que muchos llaman obras maestras. Y paso de funerales, tertulianos, desviaciones sexuales y otras gaitas.

Cura al mundo, piensa en un sitio mejor. Feliz jueves.

jueves, 2 de julio de 2009

Alguien me lo contó

HOMBRES G: VUELVE A MÍ

Conducía sin pausa un coche demasiado grande y algo envejecido, color plata manchado de tantas tormentas de tierra. Veloz y firme, aunque sin sobrepasar el límite establecido. La mirada fija en la carretera, que a medida que se alejaba de la gran urbe se tornaba más y más familiar y acogedora. Cantaba a voz en grito, feliz, un cd de grandes éxitos de los Hombres G. En pleno éxtasis, un coche de la Guardia Civil le hizo señas para que parara. "Señorita", dijo un agente con el ceño fruncido, "No puede usted circular así". "Veamos", se dijo ella, "llevo el cinturón, no he bebido, he pasado la ITV, no he superado los 120..." Al mostrarle su cara más inocente de desconcierto, el agente suspiró y desganado le explicó: "No se puede conducir viendo pasar su vida en imágenes. El conductor debe mirar hacia adelante no hacia atrás, ¿lo entiende? Lo dice el decreto 263/07, en el artículo 747. Además, lleva usted un evidente sobrepeso de recuerdos en el coche: imágenes, canciones, personas que hace años desaparecieron de su vida, besos, lágrimas, palabras, apuntes de matemáticas, madrugones escolares. Lo siento pero me veo obligado a multarla".

Ella se quedó petrificada pero tuvo que admitir que el agente tenía razón. Sólo emitió un leve quejido, buscando la solidaridad de un desconocido: "Pero, es más cómodo viajar así, mirando hacia atrás". Él se levantó las gafas de sol con un leve desprecio: "Es la ley, hay que mirar al horizonte y si me discute, me veré obligado a confiscarle el cd".

Admitió su derrota y empezó a buscar la cartera para identificarse. Y pensar que todo había empezado al escuchar esta canción...

lunes, 22 de junio de 2009

Sin razón

BOB GELDOF: I DON'T LIKE MONDAYS
What reason do you need?


Seguro que saben ustedes quién es Garfield, el gato regordete, vago, cínico y tragón que odia los lunes. Bueno, salvando las distancias, yo me siento un poco Garfield al iniciar una semana y enfurruñada desde que me despierto pienso "odio los lunes" y muchas veces, como hoy, tarareo este estribillo. Hoy me han prestado una preciosa versión del clásico de Bob Geldof (el de los conciertos multitudinarios contra el Sida) y he decidido indagar sobre este tema, intuyendo algo en su letra... Se me ha helado la poca sonrisa que tenía y me he despertado de golpe.

El 29 de enero de 1979 una adolescente californiana con nombre de teleserie, Brenda Ann Spencer, decidió probar el regalo de cumpleaños que su padre le había hecho por Navidad: un rifle semiautomático calibre 22. La jovencita de 16 años había pedido una radio pero papá debió de pensar que ya era mayor para saber defenderse y sorprendió a todos con tan siniestro presente. Por otra parte, la nena ya sabía manejar armas. De modo que un lunes cualquiera, Brenda Ann cogió su juguetito y quiso divertirse sin salir de casa. Desde su ventana apuntó al colegio que tenía enfrente y descargó el rifle contra los niños que entraban al inicio de la jornada. Mató al director y al conserje, además de herir a casi una decena más de personas. Cuando la policía detuvo a Brenda Ann ella, lacónicamente, contestó: "Lo he hecho porque no me gustan los lunes. Era una manera de animar el día".

En aquel tiempo, Geldof tocaba con su banda, los Boomtown Rats, y el día de la matanza se encontraba en una emisora de radio en Atlanta, donde mientras le entrevistaban leyó el teletipo del suceso, recién llegado a la redacción. Geldof quedó tan impactado por la noticia que no dejó de darle vueltas y a su regreso, en el taxi, garabateó en un papel la frase que iniciaría la canción: Silicone chip inside her head had switched to overload. A continuación visualizó a la macabra adolescente justificando su crimen mientras los periodistas le preguntaban aquello de Tell me why?. Lo que en un principio estaba destinado a ser una cara B tuvo tanto éxito en directo que Geldof lo publicaría como single y fue número uno en el Reino Unido durante cuatro semanas, en el verano de 1979.

Brenda Ann fue condenada a 30 años de prisión que nunca fueron rebajados ya que jamás mostró arrepentimiento ninguno. Tras sucesivas comparecencias ante la junta de la libertad condicional, se ha pospuesto la siguiente vista al próximo 13 de agosto, cuando se decidirá si, a pesar de su evidente desarreglo mental, la que hoy en día es una adulta de 46 años sale a la calle y se reinserta en la sociedad.

Geldof se inspiró en la respuesta de la adolescente, en cómo el mal existe y no tiene explicación ninguna. Y podríamos hablar largo y tendido sobre las matanzas que periódicamente salpican los Estados Unidos y en ocasiones Europa o en las razones que llevan a regalar un arma de fuego a una cría. El caso es que el I don't like Mondays se ha convertido ya en un clásico con decenas de versiones, coreado como un himno en conciertos. No está mal de vez en cuando tener presente que la maldad está ahí fuera, aunque sea consecuencia de un problema mental. Ahora me recorre un escalofrío cada vez que escucho el estribillo de este tema y casi casi me emociona hasta la lágrima.

Feliz lunes, o no.



jueves, 18 de junio de 2009

Con la cara despejada

BOB SEGER: AGAINST THE WIND
I'm older now but still running against the wind


Hoy tengo un poquito síndrome de hilo musical y tarareo una coplilla "clásico de ayer, de hoy y de siempre" que me encanta, que lleva en mi cabeza hace ya muchos años, cuando la descubrí en la banda sonora de aquella patochada llamada Forrest Gump. Firmada en el 80 por el cantautor folk americano Bob Seger, ésta es una canción melancólica, de recuerdos de adolescencia, de amores perdidos y de viajes iniciáticos que se acometen desafiando al viento.

Ya saben, uno de repente se para a pensar y se da cuenta de que lleva años corriendo, pero no como Forrest Gump, sin sentido, sino corriendo para escapar de la propia vida, para alcanzar a la escurridiza felicidad, corriendo para llegar a tiempo, corriendo para coger el tren. Y siempre corriendo con el viento de cara, algo que te dificulta más la maniobra pero te despeja la vista por completo. Cuando te detienes, descubres que estás agotado pero asoma en tus labios algo que se parece a una pequeña sonrisa de satisfacción...

Feliz jueves.




miércoles, 10 de junio de 2009

Aniversario en negro

RAY CHARLES: HIT THE ROAD JACK


Hoy hace 5 años que murió Ray "Don't call me Sugar" Charles y me parece que es obligado su recuerdo. Y como no quiero pensar mucho, ni en esto ni en nada, voy directamente con mi canción favorita, huyendo de la empalagosa Georgia on my mind, que nos recuerda que éste era uno de los nombres fundamentales del rock y sólo con oirle uno sabe lo que es tener swing y por qué cierto tipo de música se llama "alma".

Poco después de morir Ray Charles, en un polvoriento Mimed, Josele Santiago, gran amante y conocedor de los clásicos, le dedicó una de sus canciones y en un momento de la misma, alzó las manos al cielo guiñando con un gesto de complicidad. Y el amigo que yo tenía a mi lado me dijo "¿Qué hace?" y yo simplemente contesté, "Está saludando a Ray".

Por él y por todos nosotros, un temazo que por cierto era sintonía de una serie cuyo nombre he olvidado, aquella en la que un marido cínico hablaba con un perro de peluche en su sótano, contándole sus males conyugales.

Feliz miércoles.

miércoles, 3 de junio de 2009

Re-ciclando

MANOLO TARANCÓN: VENDAVAL
Aprendí, aunque vengan vientos de Levante no hay que correr

Hoy va de reciclaje la cosa y me van a permitir que emule a Cela y utilice mis propios escritos pero es que ésta es la historia de una crónica que nunca llegó a publicarse, por "problemas técnicos" y oigan, no me la voy a guardar para siempre. Y además, es una excusa perfecta para compartir Vendaval, mi canción favorita de Manolo Tarancón, del que hablaré otro día. Y también, por qué no, aprovechamos y escuchamos algo más del Manifiesto desastre de Nachete.

Hrrmmm, carraspeo y me pongo seria, que yo cuando trabajo no bromeo. :)


Manolo Tarancón y Nacho Vegas.
Sala Mirror, 4 de abril de 2009.

Cosas que se pueden hacer un sábado por la noche con 17 euros: cenar más o menos decentemente; tomarse dos cubatas; ir al cine acompañado; comprar un libro y leértelo… o ir a un concierto de alguien que te la sopla y hablar a voz en grito con tus amigos molestando al personal. O peor, ir a un concierto de alguien cuyas canciones te sabes (así que presuponemos que te gusta) y hablar a voz en grito con tus amigos molestando al personal, en lugar de quedarte en tu casa con esos mismos amigos y ponerte el disco de fondo… El ser humano es imprevisible y el público valenciano, más aún.

Proferido el inevitable gruñido, porque la mala educación de muchos no tiene nombre, empezaré por el final, diciendo que probablemente Nacho Vegas ofreciera el sábado 4 de abril una de sus mejores actuaciones hasta la fecha, al menos en Valencia. El gijonés está de gira sin Las Esferas Invisibles pero su nueva banda suena afinada y engrasada como si le hubieran acompañado siempre. Abrió el concierto La plaza de la Soledá, dando paso a un repertorio en el que todos sus discos estuvieron presentes en mayor o menor medida, excepto el Verano fatal. Y todo sonaba a nuevo, lo que hace pensar en una labor de reinterpretación buscando la belleza de las canciones, quizás más que la promoción de El manifiesto desastre, que no es ni mucho menos el mejor trabajo de Vegas. Impertérrito y menos locuaz de lo habitual, oculto tras una maraña de pelo, Nacho cedió el protagonismo en ciertos momentos a sus músicos y, cuando por fin se callaba el gallinero, se vivieron destellos de magia como los de Ocho y medio. El asturiano mostró una voz potente que se elevaba sobre guitarrazos y distorsiones, como en El tercer día, Dry Martini o Perdimos el control, y se tornó seductora y vibrante para acompañar el country amable de Crujidos, Que te vaya bien Miss Carrusel o Detener el tiempo. Impecables sonaron Días extraños, Secretos y mentiras y Un desastre manifiesto y, como viene siendo habitual, el público bailó y coreó, manos en alto, El hombre que casi conoció a Michi Panero, en la que Vegas estuvo acompañado de un inaudible Manolo Tarancón (por cierto, ¿dónde estaba Nacho cuando Tarancón cantó Super Ocho, el dúo de ambos incluido en el disco de éste último?).

Al valenciano le tocó la desagradecida labor de telonero y ofreció al público su principal aval, la sinceridad o lo que es lo mismo, la ausencia de poses. Sin hacer grandes canciones y siempre con el inevitable tufillo a Quique González, Tarancón cuenta con un repertorio más que decente e incluso tiene canciones preciosas como Vendaval. El público, aunque charlatán, le respetó y aplaudió algunos de sus temas lo que, en los tiempos que corren, es casi un triunfo. Y si no, que se lo digan a Nacho Vegas, que llenó la sala pero, vuelvo al principio, no pudo evitar que ciertas conversaciones se oyeran a veces por encima de sus versos. Por cierto, que con una sala abarrotada y un elevado porcentaje de féminas espectaculares coreando estribillos y ejecutando bailes sensuales buscando la mirada del asturiano, sorprende que alguien todavía se atreva a llamarle “maldito”.


Fin de la crónica que nunca vio la luz. Si alguien la quiere reproducir tiene mi permiso, citando su autoría, of course. Y si alguien tiene ofertas de trabajo, diríjanse a margadelmonte@yahoo.es jejeje... :)


Manolo Tarancón: Vendaval (Más allá de uno mismo, 2008)




Nacho Vegas: Un desastre manifiesto (El Manifiesto Desastre, 2008)

lunes, 1 de junio de 2009

Pronto ha de llegar el calor

GERMÁN COPPINI: MUJER

Dice Jesús Ordovás que Alone again or es una de las mejores canciones de la historia y el disco de Love en el que se incluye, el mítico Forever changes, grabado en 1967, uno de los 10 mejores también de la historia. Dejando al margen los gustos de cada cual y la utilidad de estas listas que no se basan en nada, Alone again or es una canción increíble, maravillosa, que crece cada vez que alguien la canta.

Alone again or sonó allá por el 89 o 90 en una campaña de El Corte Inglés y quedé tan fascinada por ella que pedí a mi padre que la buscara, entre sus alumnos (era una práctica habitual entre nosotros, otro día les contaré la de cositas grabadas en cassette que me llegaron por esta vía, ¿imagino que a cambio de algún puntito en el examen...?). Y un día vino con una cinta grabada, viejísima, con la canción en cuestión cantada por The Damned y me hizo muy feliz porque yo no sabía que Love existía y de hecho, hoy en día no sabría decir si era esta versión o la original la que ambientaba el anuncio de ECI.

Por la misma época Germán Coppini, ex Golpes Bajos, publicaba su disco en solitario Flechas negras y, oh sorpresa, el primer single era otra versión de Alone again or, en español y titulada simplemente Mujer. Probablemente ésta no sea la mejor recreación de la canción pero a mí me emocionó en su momento y sigue haciéndolo, supongo que por el placer de cantar en español una letra que, por otra parte, tampoco es muy complicada en inglés. Y por las referencias al futuro, al verano, vaya usted a saber, desde el primer momento me enganché a esta canción.

Y como por aquel entonces, además de pedir discos a los alumnos de mi padre, yo grababa esas maravillosas cintas de la radio que todos los nacidos antes del 90 hemos atesorado, decidí hacerme con el tema. Entonces Diario Pop se emitía los fines de semana por la tarde, creo que de 17 a 19, y el bueno de Ordovás tenía un contestador en el que pedías canciones y te las ponían, si había suerte. Bueno, por qué no probar, pensé yo pero como en la adolescencia todo te da vergüenza, por qué no pedir a papá que llame por ti... Dicho y hecho. Y tuvimos suerte y Jesús emitió la grabación y la canción. Y yo estaba allí para apretar el botón de "record" en el momento exacto.

Para finalizar esta estampa de juventud, les diré que yo, Capricornio con cierta tendencia a la tacañería para los gastos inútiles, tenía la manía de aprovechar las cintas hasta el último minuto (manía posteriormente trasladada al cd, pero ya no era lo mismo). Así que cuando los chicazos de mi colegio me dejaron mi primer disco de los Enemigos y vi que me sobraban 10 mns en la cara A de una cinta de 90, junto a otra petición contestada (le cogimos afición y pedimos el Si tú, si yo de Kiko Veneno) allí ubiqué Mujer, de Germán Coppini, presentada por la voz de mi padre. Con un fuerte acento que delataba los orígenes geográficos de los Dumont.

Y hoy en día, Internet ha sustituido a los alumnos y suelo buscarme la vida por la red en cuanto a discos o rarezas. Así que cuando descubrí un blog entero de grupos españoles mayoritariamente de los 80, no sé por qué busqué a Germán Coppini, que por cierto no ha vuelto a engancharme con ninguna canción, y me hice con el Flechas negras. Pero sólo por tener esta versión de Love.

De todas maneras, sigo prefiriendo mi cara A de cassette con la voz de mi padre, ligeramente metalizada por el contestador automático.

Feliz lunes.

Germán Coppini: Mujer (Flechas negras, 1989)



The Damned: Alone again or (1987)

lunes, 25 de mayo de 2009

Un Negroni, por favor

JOSELE SANTIAGO: BUONANOTTE FIORELLINO
La tristezza passerà domattina


El Negroni es el cóctel típico de Florencia: ginebra, martini y campari a partes iguales, con una rodaja de naranja y un poco de hielo. Al principio sorprende un poco y tira a agrio pero luego, como cantaba Cooper, el éxito es como beber licor, sienta bien aunque es amargo su sabor. Al segundo Negroni uno ya ve la vida de color Negroni, que es un tono anaranjado oscuro, con toques de rojo brillante, como un bitter kas a la mediterránea. Entonces das por buenas las caminatas de horas y horas por una ciudad sucia en la que el calor es insoportable. Te paras a reflexionar y todo lo que cabe en tu cabeza es belleza: una plaza llena de estatuas colosales, como un museo al aire libre; un río en el que se agolpan casitas de juguete; una catedral y sus alrededores que asustan de lo enormes que son ("¡yo nunca había visto una catedral de color verde!"); una impresionante colección de pinturas y esculturas; un concierto improvisado de un músico callejero (le perdonas aunque toque a Fito) en el atardecer del Ponte Vecchio...

Al segundo Negroni llegan también las risas y los momentos absurdos. Cuando le dices "Bye!" a tu casera y te contesta "¡Voy!"; cuando estrechas la mano de un desconocido con un efusivo "Ciaaaaaaaaaaao!" y eso que no sabes hablar italiano; cuando acabas haciéndote fotos con un camarero mejicano que no deja de inventarse bromas (probablemente para ganarse una propina que nunca existió); cuando dormitas en el banco de un museo junto a una japonesa viejecita que hace lo propio; cuando burlas la vigilancia para hacer una foto del trasero del David; cuando encuentras un busto de alguien con aires indies...

O cuando te paseas por un mercadillo nocturno y durante 5 o 6 puestos no puedes dejar de reir, sin emitir palabra inteligible alguna, y hasta llegar a coger unos consoladores de cerámica sin saber lo que son. Finalmente llegas a un puesto en el que surge un argentino que inicia una conversación más o menos lúcida, que de repente se arranca con un tango y tú, inexplicablemente, entonas Buonanotte Fiorellino y un coro de risas italianas al otro lado del puesto te sorprende e incluso parece que quiere seguirte... Pero a ti te brilla la mirada, llena de Negroni, porque tú estás cantando la versión que hace Josele Santiago de esta nana y eso, ya se sabe, es todo un mini-momento.

48 horas dan para mucho, si se saben aprovechar. :)

Josele Santiago: Buonanotte Fiorellino (Garabatos, 2006)

viernes, 22 de mayo de 2009

Bajo el sol de la Toscana

DEAN MARTIN: ON AN EVENING IN ROMA










Se han librado ustedes por pelos de una paparruchada propia de días rojos. En su lugar, me he puesto a pensar en música italiana para ilustrar el fin de semana que tengo por delante y me he dado cuenta de que no me gusta la música italiana. No tengo ningún cantante preferido, me parece que casi todos suenan igual y vienen a mi cabeza sólo temas sueltos, eso sí, preciosos.

Así que me he dejado llevar por el cine y he recordado esta maravilla que si bien no está entre mis 130 mp3 favoritos, sí digamos la tengo entre mis all time favs. En la voz de Dean Martin (que por momentos me gusta más que Sinatra) suena este On an evening in Roma, que creo recordar que estaba incluido en la banda sonora de Mickey Ojos Azules, un bodrio protagonizado por Hugh Grant cuyo tema central, éste, nos gustaba poner allá por el Pleistoceno, cuando hacíamos un programa de radio de música y cine. Yo robé este single de la emisora. Lo confieso y hago bien en expiar mi pecado porque era una emisora católica, en la que un cura siniestro y feo vino un día a echarme una charla sobre cómo locutar y ser profesional. Claro. Trabajando gratis, los sábados a las 9 de la mañana. Claaaaro, claro.

En fin, que me desvío. No me voy a Roma (que si lo hiciera ya les había plantado el Three coins in the fountain de Sinatra) pero como me voy a otra de las ciudades más bellas de Italia, voy a ir entrando en calor con esta preciosidad. No deja de maravillarme cómo la voz humana puede tener esa cadencia y esa elegancia, incluso cantando en un idioma extranjero. Y héte aquí que buscando imágenes de una película que nadie debe perderse para pasar un buen rato, Bajo el sol de la Toscana, me encuentro con un trailer en el que suena de refilón el bueno de Dean. Ya saben, la historia real de una americana que huye de todo y compra un palacete en la Toscana. Después de verla me compré el libro pero me resultó aburrido, es infinitamente más bonito ver las aventuras y desventuras de Diane Lane en pantalla. Y esos paisajes, esa casa... Todo será que no vuelva con una escritura de propiedad firmada.

Feliz fin de semana.




miércoles, 20 de mayo de 2009

Joyitas sencillas

JOSH ROUSE: SLAVESHIP

Dios mío, yo no sabía lo que era el estrés ni el cansancio hasta este año... Rápidamente y por quitar el tono lúgubre de las últimas entradas, una de esas canciones que siempre siempre me ponen de buen humor y me dan ganas de bailar. Josh Rouse es un americano que vino a Valencia, se enamoró y se quedó y actualmente reside en la que fuera la primera casa de mis padres, donde yo viví apenas unos meses de mi vida. O eso me gusta pensar, que él vive allí. En cualquier caso, es ese tramo de la calle. :)

Rouse anda ya por su nosécuantos disco pero yo siempre me quedo con esta joya del Nashville que ya se ha convertido en un clásico y por supuesto está entre mis 130 imprescindibles. Perfecta. Sencilla. Divertida. Sin pretensiones.

Disfrútenla.

domingo, 17 de mayo de 2009

Nueve años

LEONARDO FAVIO: ELLA YA ME OLVIDÓ

Hoy es 17 de mayo y toca escuchar a Leonardo Favio pero la verdad, no me apetece hablar. Voy a ahorrarles las parrafadas lacrimógenas y sentimentalmente obscenas de otros diecisietes de mayo. Además, a mi alrededor ya nadie lo recuerda y eso es significativo. No sé si es buena o mala señal pero me limitaré a poner al gran Favio y enmudeceré.

Esta canción habla de los recuerdos y de cómo no siempre podemos controlarlos. Ella ya me olvidó, yo no puedo olvidarla. Y van ya nueve años de recuerdos.

martes, 12 de mayo de 2009

Cómo hablar...

ANTONIO VEGA: NO ME IRÉ MAÑANA
Aún es pronto para envejecer



Ha muerto Antonio Vega. No quiero llorar. No quiero extenderme en datos biográficos porque estos días nos saturarán por todas partes. Y no quiero referirme a él como "ese chico triste y solitario", por motivos que luego conocerán. Ya lo harán otros estos días. Se me ha ido un compañero de viaje, alguien con cuyo mundo metafísico no llegué a conectar al 100% pero a quien de alguna manera adoraba, con el cariño que se tiene hacia los débiles, hacia los tímidos y hacia los que construyen un mundo interior en el que los sentimientos se rozan con la punta de los dedos. Sin frases grandilocuentes, sin grandes versos, así eran sus letras, frágiles como su voz y como él mismo.

Así que, con los datos que atropelladamente me vienen a la cabeza, quiero hablarles del padre putativo de este blog y empezaré confesando que detesto La chica de ayer, creo que se la ha sobrevalorado con los años, a rebufo de las estrategias de marketing que decidieron revitalizar la movida, y se la ha dotado de un significado del que carece. Mi primer contacto con Antonio Vega fue en 1991, con su primer lp en solitario, No me iré mañana, un canto al optimismo y a la luz, especialmente en el single Esperando nada: y pasó tanta gente que llegué a ver sombras en color; y creció a mi lado como un árbol toda una ilusión. Contenía enormes temas, como el que le daba título, Háblame a los ojos, o Lo mejor de nuestra vida, que me sigue conmoviendo hasta lo inimaginable, hablando en positivo de un amor roto (el amor que antes dolía transformado en superamistad entre los dos). Antonio todavía era un chico guapo y resurgía lleno de alegría. A mí me sonaban vagamente los ecos de su directo de despedida con Nacha Pop pero me entregué a sus canciones sin referencias, sin prejuicios, sin saber nada de su historia anterior.



Los primos Vega, Nacho y Antonio, procedían de familias madrileñas acomodadas y habían estudiado en el Liceo Francés de la capital. Pronto se unirían en una banda influida por los nuevos románticos y Antonio daría salida a sus excesos colgado de una aguja. Los Nacha Pop eran tan pijos como los Hombres G pero nunca llegaron a brillar tanto, con lo cual el público los acogió con más cariño, aunque sin llegar a entender muy bien sus canciones. Nacho era vitalista, energético y tiraba más a los estribillos fáciles, mientras que Antonio era todo introspección y cantaba más a las sensaciones.

Ya separados, Antonio conoció cierto éxito comercial con su primer lp pero tendría que llegar El sitio de mi recreo para marcar un hito en su trayectoria. Y curiosamente, aquella primera versión, incluida en un grandes éxitos improvisado, en forma de maqueta y sin producir, despertó la ira de su autor, que siempre renegaría de este lp y de la foto (un escorzo enfermizo) que se eligió para la portada. Por eso, cuando pudo hacer lo que le dio la gana, grabó "su" versión de El sitio de mi recreo, en el maravilloso Océano de sol. La canción está en la mente de toda una generación: donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos. El hombre solo frente a sí mismo, buscando ese lugar en que no se cuela nadie más, entre recuerdos, imágenes y pensamientos. Eso es el sitio de mi recreo y yo nunca llegué a identificarme con esa canción, como tampoco lo había hecho con Una décima de segundo (su antecesora natural). A mí el Antonio místico se me queda grande y prefiero al que habla de calles, de hombres y mujeres y sugiere sentimientos, sin alegría pero sin pesimismo. Tan sutil como la lluvia que, ya lo dije en una ocasión, siempre parece caer en las canciones de Nacha Pop.

Para rematar la faena de la maqueta, poco después vendría el doble cd de versiones, famoso por su título: Ese chico triste y solitario. Obviamente, el puñado de artistas que allí se reunió quería ayudar económicamente al músico, pero Vega siempre rechazaría ese apelativo que se le quedó colgado y que hoy titulará la mayoría de las necrológicas sobre su persona. Parco en palabras, nunca se le vio especialmente agradecido por este tributo y lo cierto es que era una colección de despropósitos. Desde Ramoncín destrozando a grito pelado No se acaban las calles, Manolo Tena con un horrible tema propio "inspirado en Antonio", o gente que hoy ya ni existe. Destacaban, para mí, el Desordenada habitación a cargo de Tam Tam Go, Dos cables de alta tensión con los también míticos Mamá y, años después me daría cuenta, precisamente El sitio de mi recreo en la voz de Los Lunes, metiéndole guitarra y energías. Antonio Vega siempre dijo que ésa habría sido su interpretación del tema si hubiera seguido al frente de Nacha Pop.

En la carrera de Vega hay discos mejores y peores, pero ninguno es malo. Lo abandoné un tiempo y lo retomé con el espléndido Anatomía de una ola, en 1998, maravillándome con un lp en el que todas las canciones son geniales. En 2005 murió su última pareja, Marga, y por eso él le dedicaría 3.000 noches con Marga, una delaración póstuma de amor, ya sumido en una fuerte depresión. He visto a Antonio Vega sobre un escenario unas 4 o 5 veces y siempre me ha parecido que, aunque no tenía un directo de calidad, todos enmudecíamos al verlo porque parecía siempre a punto de quebrarse y respetábamos su fragilidad. La última vez que lo vi, en solitario, no despegó la cabeza de la guitarra y salí de allí pensando "no vuelvo", pero a la siguiente ocasión, con motivo de la fallida reunión de Nacha Pop, se me quedó un regusto de amargura y tristeza. Prefiero recordarlo firmando trabajos pluscuamperfectos como El momento o Dibujos animados, o todos los que hizo en solitario, así como sus numerosas versiones y colaboraciones con otros. Especialmente emotivas la versión de Serrat, Romance de Curro el Palmo y el dúo con Eva Amaral, Cómo hablar. ¿Quién necesita a La chica de ayer?

Últimamente estoy releyendo un libro sobre toxicomanía y centros de rehabilitación y recuerdo ahora la frase con la que la enfermera concluye las sesiones de psicoterapia: "recordad que aunque no hayais tenido una infancia desgraciada o un matrimonio horrible, también podeis ser alcohólicos o drogadictos". Supongo que me viene a la cabeza la frágil estampa de Antonio Vega, heroinómano y enganchado durante años a la metadona, siempre tan deteriorado que ya pensábamos que se mantendría con ese aspecto. Y la verdad, cuando he pensado hoy en él sólo me ha pasado por la mente una de mis canciones favoritas de Nacha Pop, Desordenada habitación, un ejemplo de cómo utilizar lo cotidiano para hablar de lo sublime, sin resultar brillante o elocuente en exceso. Actores sin guión, un mundo teatral, canción sin hora de empezar. Deja el frío y entra en calor, y lo oscuro deje paso al color. No me canso nunca de hablar porque vivo en el silencio más total..

Hoy correré a escuchar todos mis discos. Creo que hacía tiempo que no sentía tanto la muerte de un músico.

Nacha Pop: Desordenada habitación (El momento, 1987)



Y, porque sigue siendo mi disco favorito, Antonio Vega en todo su esplendor con Háblame a los ojos (No me iré mañana, 1991). No he encontrado canción ni video del tema que titula el lp pero me quedo con una frase para el futuro:

MIRAR ESTE MUNDO EN PAZ Y NUNCA DE REOJO MÁS.


viernes, 8 de mayo de 2009

Una dama escondida

LA DAMA SE ESCONDE: LA TIERRA DE LOS SUEÑOS
Y decirte al oído un deseo secreto


Una de las pocas ventajas que tiene esto de hacerte mayor es, musicalmente hablando, que adquieres "criterio" y aprecias grupos y canciones que hace años te ponían los pelos de punta. De la misma manera que reivindico la inocencia y la ausencia de prejuicios para acercarse a la música, no puedo dejar de admitir que siento placer cuando descubro un disco emocionante, que tiempo atrás jamás habría escuchado. Me entristece pensar que desaproveché los años "dorados" del grupo pero me alegra saber que todavía me queda mucho por descubrir y compruebo que las cosas buenas permanecen y son intemporales (¿teoría existencialista #653?).

El caso es que últimamente rindo pleitesía a La Dama se esconde, unos donostiarras que conocieron su momento de gloria cuando yo me escandalizaba ante su estética thecuriana y prefería sonidos más, digamos, fáciles. La hermana mayor de mi mejor amiga en el colegio nos pasaba cassetes de los que absorbíamos mucho pero descartábamos otro tanto (Jesus and Mary Chain, los mencionados The Cure... juventud, divino tesoro). Y recuerdo que me grabé un lp de LDSE pero nunca jamás llegué a escucharlo.

Hace un tiempo cayó en mis manos esta canción. Y héte aquí que me la sabía de memoria, y es que la radio en el trayecto del autobús escolar tiene mucho que ver con mis conocimientos musicales (y mi memoria para almacenar letras). Sonó La tierra de los sueños y empecé a cantarla de pe a pa y me vi con 12 o 15 años sentada en el apoyabrazos del asiento, con un futuro por delante que entonces me parecía lleno de luz. E inmediatamente me vino a la cabeza Capturado ("no me gustan pero esa canción se me ha quedado", decía yo por aquel entonces) y como un trabalenguas pronuncié a toda velocidad eso de puedes ver que un laberinto construido con amor es tan profundo que una noche sin calor es como un lago seco [...] corre y ven a descubrir si capturado estoy por ti o es que la luna ha vuelto loco al corazón"...

Así que decidí hacerme con un recopilatorio de LDSE y lo que viene después ya es leyenda... Algún responsable de marketing superdotado inventó eso de "conoces más canciones de XXX de las que crees", pudiendo cambiar la incógnita por el nombre infinidad de grupos. Y en mi caso, me sorprendí vibrando con Coge el viento. Otro día en la radio del baro, lo juro, sonó Cuatro direcciones y la canté. Y esta mañana en el mp3 de repente me he quedado noqueada con ¡boca con boca! ¡camino del alba!. Ayer puse La tierra de los sueños en mi ordenador y de repente éramos tres personas fascinadas alrededor de mi mesa, tarareando y recordando los mejores momentos de LDSE.

Me he sumergido en el mundo de LDSE y me encuentro con letras que hablan de un amor idealizado, de un universo de princesas, de amantes que se esconden en castillos y de noches llenas de luna que marcan los pasos a seguir. Ni rastro de tristeza. Sólo ilusiones, cuentos, leyendas, que ya se sabe que la parte irreal es imposible de determinar y ahí reside su encanto. Y aunque me resulta difícil decidirme, supongo que empezaré por La tierra de los sueños porque suena incesantemente en mi coche desde hace días, con el repeat accionado.

Por una dama que ha permanecido demasiado tiempo escondida, feliz viernes. :)

La Dama se esconde: La tierra de los sueños
(La tierra de los sueños, 1987)


miércoles, 6 de mayo de 2009

¡Extracto de pollo en lata!

LOS CANARIOS: GET ON YOUR KNEES

Resulta que la SGAE, cuya cabeza visible es Teddy Bautista, ha vuelto a dar muestras de su voracidad recaudando (y a titular publicado devolviendo) el porcentaje correspondiente por una actuación benéfica a cargo de David Bisbal, que dio un concierto sin cobrar para reunir fondos para un niño aquejado de una extraña enfermedad. Como a veces el fin justifica los medios, pasaremos por alto que la sesgadísima noticia, el titular, el editorial y todo lo que ha rodeado este hecho están teñidos de la demagogia más absoluta. Pero eso es harina de otro costal, otro día ya ahondaremos en lo que nos lleva a ser pelín cínicos con el tema de la SGAE, la piratería y el canon.

Resulta que una (otra más) fallida comedia española que se estrenó en Semana Santa, El final del camino incluía otro temazo de Los Canarios del que ya hablamos aquí hace un tiempo, el genial Free yourself.

Resulta que todos los miércoles permanezco diez minutos en una sala de espera en la que la única lectura interesante es un especial publicado en El País Semanal sobre las 100 mejores canciones de la historia, o algo así, votadas por infinidad de músicos españoles. Resulta que alguien ha tenido dos dedos de frente y ha incluido el Get on your knees y en el texto del reportaje el periodista apunta la necesidad de dar a conocer el nombre de Teddy Bautista a las nuevas generaciones, por aquello de que hubo un tiempo en el que nos regalaba canciones increíbles, antes de entrar de lleno en la burocracia carroñera.

Así que, en un acto divulgativo y pedagógico sin precedentes, les contaremos sucintamente quién era este señor antes de ponerse al frente de la SGAE y por qué hemos de rendirle pleitesía a diario, especialmente los que amamos el sonido sixties. Tirando de Wikipedia, descubrimos que el grupo comenzó llamándose Los Ídolos, para rebautizarse como The Canaries (en un guiño a su origen isleño) tras el viaje a Estados Unidos en el que grabarían un primer EP. Constituidos ya como Los Canarios, publican una serie de singles fuertemente influidos por el soul entre los que destaca Get on your knees, canción del verano en 1968, grabado en Londres. Sobre esta canción se ha escrito mucho, obviamente lo primero que llama la atención es la provocación que encierra su letra: lo has hecho mal así que escucha mi canción si quieres salvar tu amor, ponte de rodillas, nena, y reza por tu amor. A nadie se le escapa que estamos ante una felación en toda regla, repetida como el estribillo hasta la saciedad. Pero como en España no se hablaba mucho inglés, supongo que pasó desapercibido el verdadero mensaje.

Por otra parte, alrededor de esta canción surgió una absurda leyenda urbana que caló hondo entre el público de la época, una vez más analfabeto en la lengua de Shakespeare. En el minuto 2.08 (comprúebenlo) de la canción, Teddy Bautista pronuncia la siguiente frase: "it's gotta be for your love", o si lo prefieren, "is gatubi for yor lov", lo que para los españolitos del momento, inexplicablemente, se convirtió en "¡extracto de pollo en lata!". Y lo repitieron como esas consignas satánicas que se supone que suenan en algunos lps escuchados del revés o cual leyenda urbana de Paul Mccartney muerto, presuntamente proclamada en los coros del Helter Skelter. La frase quedó tan grabada en la opinión pública que, despojada de todo sentido si es que alguna vez lo tuvo, se convirtió en una consigna de rebeldía proclamada en manifestaciones estudiantiles. ¿No les APASIONA esta historia? Me resulta fascinante pensar en cómo se llega a una frase tan surreal como "extracto de pollo en lata" y con qué cara alguien grita esas palabras en una revuelta juvenil, pretendiendo reivindicar algo. ¡Extracto de pollo en lata!

Ya en los 70 Los Canarios se dejan influir por el hippismo y posteriormente por el rock sinfónico, al gusto de la época. En el 70 publicarían el Free yourself y para mediados de la década, la cosa ya había perdido su gracia.

De manera que éste es Eduardo "Teddy" Bautista, el vocalista (no sé si compositor) de enormes canciones al que ahora vemos jubilado en músico avaricioso con, no seamos injustos, un pequeño porcentaje de buenos motivos. La duda es si ese porcentaje es el 10% que recaudaron en el concierto benéfico o mucho menos...

Porque esta canción es increíble, porque muevo las caderas y deslizo automáticamente en cuanto la escucho, porque se ha reivindicado incluso en recopilaciones foráneas de northern soul y porque la SGAE es un monstruito que cada vez pide más, sólo me queda gritar una cosa: ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata!

Aquí pueden descubrir la consigna oculta:



Y aquí, una actuación en el histórico "Qué noche la de aquel año". Me sobran los coros negroides femeninos y Teddy estaba mayor, pero el que tuvo, retuvo.

miércoles, 29 de abril de 2009

El peso de una canción

IVÁN FERREIRO: TURNEDO
Que no dejas que te quieran, sólo quieres que te abracen


Ayer me dijeron que no cierro las historias de amor. Que viven dentro de mí y las arrastro como una losa pesada que, esto lo digo yo, cada vez me dificulta más seguir caminando. Parece ser que cuando algún ser querido muere se incrementa la sensibilidad y se intensifica el dolor de cualquier abandono, ya sea por una ruptura o simplemente, la pérdida de una amistad por el paso del tiempo. Se me ocurre que uno asume la muerte pero se resiste a asumir cualquier otra marcha, como si dijeras "ya he perdido a alguien, no estoy dispuesta a perder a nadie más". Y los recuerdos no aparecen como pensamientos agradables a medio evocar, sino como un lastre pesado que ensucia la memoria e impide pensar con claridad. Qué cosas.

Supongo que el hecho de seguir escuchando esta canción y tenerla entre mis 130 favoritas y volver a estremecerme cada vez que me imagino sentada en una playa (¿Se puede saber qué esperas? ¿Que te mire y que te seque?), forma parte de ese equipaje demasiado pesado que llevo a todas partes. Y será por eso que una noche un completo desconocido que me abordó con la desinhibición que da el alcohol, me dijo "vaya, lo dejaste hecho polvo ¿eh?", cuando le dije que Turnedo era uno de mis temas favoritos de Iván Ferreiro.

Afortunadamente, hace un tiempo que borré un sms que recibí una noche de septiembre, viendo a Ferreiro en directo, que sólo decía la luna, tú y yo expectantes a que pase algún cometa o baje un platillo volante. Nunca pensé que 165 caracteres pudieran pesar una tonelada y menos en el alma.

Y por cierto, que la canción la escribió Iván para su hermano Amaro, así que no parece precisamente una declaración de amor. Pero no puedo evitar sentirme retratada, con o sin historia de amor. Será cuestión de ir borrándola pero no sé muy bien cómo. Dejemos que corra el aire y digámonos adiós.

En cualquier caso, un temazo dentro de un disco enorme.
Feliz miércoles con olor a jueves.

Iván Ferreiro: Turnedo
(Canciones para el tiempo y la distancia, 2005)


lunes, 27 de abril de 2009

En bicicleta

HARVEY WEINSTEIN: BICYCLE
(THE POSTMAN, IL POSTINO


No soy yo muy de bandas sonoras pero hay algunas melodías que llevo grabadas a fuego en la cabeza y en el corazón, casi siempre acompañadas de la película que ambientan. Ésta es una de ellas y como en estos días no me vienen muchas canciones a la mente, me he sorprendido tarareando estas notas en una soporífera tarde. Y se me ha puesto la piel de gallina.

El otro día me explicaron cómo relajarse antes de dormir, prescindiendo de la química. Uno debe visualizar una imagen agradable y lograr meterse en ella, llenando poco a poco los cinco sentidos. De vez en cuando visualizo cuadros agradables a plena luz del día (me gustaría decir eso tan poético de que sueño despierta pero mentiría) así que probaré a llevarme esas imágenes a la cama, a ver si acariciada por mi almohada consigo la tranquilidad que me falta en los últimos tiempos.

Quiero ver una playa, no sé todavía si estaré tumbada en la arena o caminando por la orilla. O quizás, como el cartero de El cartero (y Pablo Neruda), pedalee feliz mientras a mis pies brilla el mar. Quiero tocar la arena y oler el salitre, a la vez que mis ojos vislumbran florecillas en las dunas o se dejan cegar por mil tonalidades de azul. Quiero oir el rumor suave de las olas, como hace años, y paladear un poco la felicidad. Y de fondo quiero que suene este tema, porque entonces además de descansar en mi playa privada, a mi alrededor será siempre verano y nadie llorará, porque es imposible ser infeliz mientras suena esta banda sonora que para mí es de una delicadeza sólo comparable a La vida es bella o Cinema Paradiso. De hecho, esta última tiene mucho en común con Il postino, por la ternura de sus personajes, la melancolía encerrada en unos fotogramas en blanco y negro y la presencia desoladora de la muerte. Porque resulta también imposible no sentir cierta tristeza al escuchar estas notas, las que Massimo Troisi, el actor protagonista, nunca pudo oir porque murió poco después de rodar las últimas escenas.

Estoy desvariando. Voy a callarme y que suene la música. Y que me vuelva a poner la piel de gallina. Porque además, tal día como hoy, hace no sé cuántos años, alguien me regaló este disco.



viernes, 17 de abril de 2009

No respires, el yeyé está en el aire

MARISOL Y EL DÚO DINÁMICO: SÓLO A TI

Ya saben, están los días rojos, los días negros y los días yeyé... Y hoy tengo un día yeyé. Como no se puede decir de este agua no beberé... repetimos con el Dúo Dinámico, aunque conste que la que me fascina en este vídeo y esta canción es ella: Marisol.

No hay mucho que decir, un día yeyé no tiene explicación ninguna. Este tema aparecía en la película Búsqueme a esa chica, uno de tantos vehículos de lucimiento de las estrellitas musicales de los 60. Por cierto, el cartel anda por algún rincón de mi casa, junto a El Golfo y Los chicos del Preu. Me encanta el mensaje de esta canción, he tenido la mirada de otros ojos pero al fin he comprendido que te quiero sólo a ti. En fin, como es de suponer, a la rubia se la lleva el alto, que es el guapo, como ellos mismos explican en todas las entrevistas.

Esto me recuerda que todavía no he visto aquel bodrio telefílmico que se emitió sobre la vida de Marisol y que me grabé en previsión de días libres como los que asoman a la vuelta del fin de semana. En homenaje a ese vestido, esos zapatos y ese moño, que disfruten del yeyé, como yo lo hago.

martes, 14 de abril de 2009

¿Resistiré?

EL DÚO DINÁMICO: RESISTIRÉ
Me volveré de hierro para endurecer la piel


Me da casi tanta vergüenza traer aquí a este Dúo como lo que voy a contar, y eso que la canción que comparto me encanta desde hace años, para qué negarlo. Pero resulta que el domingo por la mañana lloré mientras la cantaba... Estaba yo escuchando un programa de radio sobre "canciones para oir en el coche" y alguien sugirió este tema, que no sólo es fantástico para ir conduciendo sino que aparecía en el desenlace de Átame, cuando Loles León introducía un cassete en el coche en el que los personajes sellaban su reconciliciación. Átame es desde siempre mi película favorita de Almodóvar y muchos conocimos esta canción gracias a ese fotograma.

Bien, sonaba este fantástico estribillo y yo cantaba a grito pelado mientras me dedicaba a algún quehacer doméstico y ¡no pude seguir! Porque me ahogaba y notaba ya el agua salada mojando mi cara, qué cosas. No lo digo con orgullo sino con preocupación aunque probablemente se deba a demasiadas horas encerrada entre cuatro paredes viendo cosas no demasiado agradables. ¿O son años?

O quizás, ésta sea la mejor canción para momentos duros porque es terapéutico eso de cantar soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie. Y las estrofas son magníficas y sube y sube el tono en el estribillo y nos encontramos con una canción que nunca decae. Y quién se resiste a la tentación de tararear hasta la instrumentación, como hace Antonio Banderas... ¿Ven? Ya me ha vuelto a pasar, como a Victoria Abril en la película, esa lagrimilla traicionera. :)




martes, 7 de abril de 2009

Lluvia y cowboys

VIC CHESNUTT: WHERE WERE YOU

Aquí, una canción que me ha perseguido desde hace más de diez años, cuando la enconmtré abriendo un recopilatorio de Rock de Lux. Aquí, un amigo, un vaquero melancólico que compone temas extraños, llenos de instrumentación de la que a mí (lo confieso) me echa para atrás y que sin embargo entona aquí un lamento emocionante. Un reencuentro perfecto para un día de lluvia (y van ya casi siete).

No soy una experta en Vic Chestnutt así que no voy a manejar datos que cualquiera podría encontrar en internet en un par de clics. Parece ser que este hombre compone desde su más tierna infancia y a los 18 un accidente de coche le dejó parapléjico, aunque pronto descubriría que podía seguir tocando la guitarra. Michael Stipe le produjo un par de trabajos y al hablar de él muchos citan nombres como Lambchop, pero yo me limitaré a recordar la voz del jovencito Springsteen, allá por el Nebraska o Darkness on the edge on the town.

Una canción llena de lluvia, escrita para alguien que llega demasiado tarde. Feliz inicio de Semana Santa.

miércoles, 1 de abril de 2009

¿Qué tal? Aquí, viendo pasar la vida...

ALBERT PLÀ: EL BAR DE LA ESQUINA
¿Puede el señor camarero hacer de casamentero?


Llega la primavera (o eso espero) y con ella, cual vampira invertida, crece mi necesidad de alimentarme de luz y energías diurnas. Cervecitas al sol, paseos, visiones de cielo azul, anocheceres cálidos por el centro de la ciudad... Y me viene siempre a la memoria esta canción, la primera que escuché de Albert Plà y mi favorita, con mucha diferencia, de todo su repertorio.

Con un ritmo muy sencillo y deliciosamente cadencioso, Plà relata un cuento de hadas moderno, a medio camino entre la rutina y la irrealidad que se ve a través del culo de un vaso, sentado en ese bar que hace esquina con la calle mayor. Y como siempre, este peculiar cantautor mezcla con naturalidad la vida, el sexo, el amor, la ciudad... La historia onírica del solitario en busca de amor que encuentra a su princesa mientras está viendo pasar la vida en una terracita y decide hacerle el amor y casarse con ella allí mismo, ante las miradas de los curiosos.

En realidad, las cosas son menos difíciles de lo que nosotros creemos. Y por un día especial, tenemos 364 en los que nos limitamos a ver pasar la vida, que no es poco.

Albert Plà: El bar de la esquina
(No sólo de rumba vive el hombre, 1992




lunes, 30 de marzo de 2009

Encuentros en la noche

BETTY TROUPE: EL VINILO
O de cómo los caminos de la música y la vida se entrelazan con una precisión que llega a asustar...

Tostonazo personal, 1ª parte.
Prólogo.

Hace muchos, muuuuuchos años, cuando la joven Dumont iba a un colegio bilingüe, mixto y presuntamente progresista, alguien decidió crear un periódico hecho por y para los alumnos del curso. Si el colegio hubiera sido progresista, sin el "presuntamente", la iniciativa no sería algo sin precedentes y los artículos allí escritos no hubieran sido mirados con lupa por personajillos "presuntamente" escolarizados que a duras penas proferían sonidos para que no se les enviara a centros de educación especial.

Sea como fuere, el periódico era una decena de hojas grapadas, con aspecto de fanzine y en el que la gente incluyó textos de opinión sobre todos los temas imaginables. Dumont decidió opinar sobre música y, sometida a la tiranía de los que se burlan de las chicas responsables, decidió opinar bajo pseudónimo, provocando comentarios entre los mismos idiotas que jamás sospecharon que ella era la que hablaba de esos discos que ellos escuchaban y de los que creían tener la exclusiva.

Elegir el pseudónimo no fue difícil. Buscó un nombre que rindiera homenaje a la música de los 80, que por aquel entonces la joven Dumont descubría con placer infinito, y que además sonara a chica. ¿Sildavia? Hmmmmm... ¿Betty Troupe? ¡Bingo! Nombre de grupo ochentero, valenciano para reivindicar la tierra y perfecto para una pluma femenina.

El periódico se publicó y días después una profesora (con la que por cierto más de una década más tarde Dumont, ya profesional del tema, mantendría una agria discusión sobre libertad de expresión y prensa escrita) se acercó a ella para decirle: ¿tú sabías que las chicas de Betty Troupe estudiaron aquí? De modo que Dumont sonrió complacida, sintiendo que el azar estaba de su parte y sabiendo que siempre recordaría aquel nombre-talismán.


Tostonazo personal, 2ª parte.
Flashback.

Corrían los primeros 80 cuando la música electrónica reinaba con fuerza en todo el mundo y España acogió la moda con los brazos abiertos. Al calor de bandas como Glamour o Vídeo surge en Valencia Betty Troupe, grupo liderado por Flora, al que luego se sumarían dos mujeres más, Fabienne y Marina. Su estética poseía un indiscutible magnetismo, al que contribuía que las "miembras" del grupo fueran tremendamente atractivas, por lo que en el 83 fichan por una multinacional y surge un maxi single con su canción emblema: El vinilo. El tema tuvo mucha repercusión y poco después se publicaría en un lp completo, Nuevos héroes, que sin embargo no llegó a cuajar y estos mermados resultados, junto con ciertas crisis internas entre los componentes del grupo, hicieron de Betty Troupe una one hit band de la que poco más se supo.

(Más información: http://www.popes80.com/grupos/betty.htm)

Tostonazo personal, 3ª parte.
El desenlace.

Dumont tenía anotada la fecha en la agenda, aunque sin mucho entusiasmo: fiesta de antiguos alumnos. Un encuentro dirigido a las promociones anteriores a la suya pero al que iría a prestar apoyo logístico, por una mezcla de nostalgia y adhesión a una causa que de alguna manera la mantenía vinculada al recuerdo de tiempos felices. Después de pasar varias horas tras una barra sirviendo (y tomando) cervezas, la ya no tan joven Dumont se dirigió junto al grupo a un local en el que bailar y charlar hasta altas horas de la madrugada. Margaret conversaba, gintonic en mano, con varios amigos y se encaminó al baño, donde, no se sabe cómo, se produjo el milagro. Secundada por una morena altísima y una rubia no menos atractiva, Dumont escuchó las palabras mágicas, Betty Troupe, y se dio cuenta de que estaba entre ellas. Y se lo dijo. Y ellas se deshicieron en sonrisas y algo más: "Flora, ven aquí que nos hacemos una foto..." Y las tres posaron. Y Dumont contó la historia del pseudónimo y ellas se la contaron a cuanta mujer entraba en el baño. Y minutos después la morena recorrió la pista para pasarle a Dumont por bluetooth aquellas imágenes, "yo ya estoy mayor, coge tú mi móvil que te aclararás mejor". Y ella se las envió y entraron en el teléfono remitidas por "Fabienne" y sonrió al comprobar que no necesitaba pellizcarse porque era cierto. Y Fabienne le contó a Dumont secretos sobre desavenencias personales y el por qué de su reunión frustrada, que ella guardó off the record en su cabeza.

El testimonio está aquí y más abajo está la canción. Nunca subestimen las posibilidades de una reunión de antiguos alumnos. Feliz lunes. :)



Actuación del 83 en el mítico Tocata, con "sonido pregrabado". Flora canta y Fabienne toca los teclados. Aunque El vinilo fuera su gran éxito, confieso que me gusta más MS 20, la canción que abre.

jueves, 26 de marzo de 2009

Alarma: llega el R'N'R

ALARMA!!!: PREPARADO PARA EL ROCK'N'ROLL
Siempre está nublado y tienes fe en el sol


Un día, hace ya unos cuantos años, ganduleaba yo por mi casa y puse un cd para pasar el rato, disponiéndome a hacer una de tantas aburridas actividades domésticas como ordenar libros, archivar papeles o limpiar pelusas gigantes de polvo. Y sonó de repente este tema, qué tontería, me pilló desprevenida y me enganchó. No se confundan, el cd es mío y lo había escuchado a conciencia muchísimas veces pero hacía tiempo que no lo abría.

Me trasladé a mucho tiempo atrás (una Navidad del 92) y me vi caminando con mi padre por un Madrid frío y anochecido, en una tarde de sábado, hacia la sala Galileo a investigar un mercadillo de cassettes que se había anunciado en algún sitio. Imaginen, las copias en cd eran una quimera y alguien había montado un negocio de cintas en las que grababan discos por entonces descatalogados, principalmente españoles, así como conciertos y rarezas. "El legado íntimo" se llamaba aquello y yo ya había comprado por correo algo de Nacha Pop y El Último de la Fila.

Manolo Tena había sacado su segundo disco en solitario (Sangre española) y era superventas. Mi padre y yo fuimos a verle en directo y tuvimos que esperar 2 horas hasta que la sala se llenó con... ¿10 personas? (eso era recién publicado el disco, sólo lo pinchaban en Radio 3 y enseguida los 40 Principales cogerían el relevo y lo convertirían en número 1). Nos gustaba la voz ronca de aquel tipo que salió borracho como una cuba al escenario y acostumbra a cantar con cara de asco. Por su parte Los Secretos habían hecho su versión de la maravillosa Frío y a mí me picaba la curiosidad por conocer a aquel grupo liderado antes por Tena, Alarma!!!, que se escribía así, con sus tres exclamaciones. Así que compré los dos lps de la banda, grabados en cassetes con portadas fotocopiadas y los escuché con devoción, encontrándome con un puñado de canciones digamos irregulares, del cual se podría sacar un grandes éxitos sencillo (como de hecho creo que se publicó hace unos años). También me hice con el primer disco de Tena en solitario, Tan raro, más de lo mismo.

Poco después vendría el renacimiento de la movida y las reediciones de cientos de referencias que habían permanecido descatalogadas durante más de una década. Imaginen, yo me gasté 5.000 pesetas de los 90 en comprar un vinilo viejísimo de Cucharada, el primer grupo de Tena, para que poco después hasta aquel experimento extraño se reeditara. Vendrían también las copias en cd, el pirateo y, más recientemente, las descargas de internet, que pusieron fin a mi afán por coleccionar rarezas. Ya saben, lo que tienes al alcance de un clic pierde el romanticismo y hasta la gracia.

La cuestión es que hace poco he recuperado de nuevo los discos de Alarma!!! en mp3 (times are changin') y me han despertado la misma nostalgia. Como decía, unas canciones posiblemente mediocres, pero con cierta energía y ganas de divertir al personal con letras y melodías correctas. Por cierto, que rastreando los versos de las canciones que firma Tena, uno se encuentra con curiosidades, como la frase que le robó Sabina para Mónica: tu amor calienta pero no quema. Menos mal que el de Úbeda reconocía el plagio en los créditos del lp, convirtiéndolo en un "guiño".

Otro día recuperaré Frío pero hoy me quedo con este Preparado para el rock'n'roll del año 83, porque sólo el estribillo ya contiene algo de ternura por un estilo de vida que probablemente nunca existió pero aquí se plantea como toda una filosofía existencial para alguien que tiene poco que ganar, mucho que perder.



lunes, 16 de marzo de 2009

Falleras británicas

LILY ALLEN: KNOCK 'EM OUT

Esta mañana he bajado a mi garaje duchada, vestida para trabajar, adormilada pero despierta tras una dosis razonable de horas de sueño, y me he topado con una pareja de adolescentes que, sobre un coche y con los pies apoyados sobre su moto, me miraban con la cara de pánfilo que te dan la pubertad, el primer amor y posiblemente el alcohol de la noche. Yo les he devuelto la mirada tratando de aparentar dignidad por mi condición de adulta responsable que se dispone a levantar el país, pero a la vez buscando cierta complicidad o al menos una dosis de comprensión hacia su edad y sus circunstancias. Por el retrovisor he vuelto a observarles y ellos seguían callados, clavando su mirada en mí. A la salida había menos tráfico que de costumbre y decenas de calles estaban cortadas; por ellas nos mezclábamos los trabajadores con los que terminaban la juerga de la noche anterior.

Son Fallas. Qué le vamos a hacer. El viernes una horda de adolescentes zarandeó el coche en el que iba de copiloto al intentar entrar en el casco antiguo (craso error, lo sé) y todos gritaban a nuestro paso. Al circular por las calles más o menos despejadas, no dejábamos de encontrarnos a personas que nos hacían muecas. Durante el día tuve que esquivar a miles de niños con instintos asesinos, ubicando sus petardos estratégicamente como bombas que buscan causar el mayor daño posible. Es la guerra fuera de casa mientras en tu cabeza tratas de combatir otro tipo de guerras y les aseguro que el continuo ruido de explosiones no ayuda en absoluto. Son Fallas. Qué le vamos a hacer.

Si Lily Allen fuera española, sería fallera. Incluso, sin serlo, si viniera aquí se mezclaría con toda la chusma de púberes borrachos que saltan de coche en coche y dejan a su paso un rastro enorme de botellas vacías. Los que rompen el silencio de la noche con gritos y petardos y los que durante el día se pasean desafiantes, con el rostro desencajado por la resaca. Estos días me he acordado de esta inglesita rebelde que ha publicado su segundo lp, It's not me, it's you, que todavía no he digerido del todo y a la que vi en directo pudiendo comprobar como decía, que es una hooligan arrabalera más. Pero tiene gracia, las cosas como son. Incluso perpetrando una versión de Blondie.


De verdad, pónganse el Alright, still si quieren dar color a una mañana de trabajo rutinario o alegrar una jornada de sábado, porque esta colección de canciones es divertida, luminosa y muy desenfadada. Hasta que deguste su segundo trabajo, éste no deja de sonar en mi reproductor. Desde la archiconocida Smile hasta esta Knock 'em out, que es de mis preferidas. Ninguna tiene desperdicio y ojalá, entre la marabunta fallera y las verbenas cada vez más cochambrosas sonaran más estas melodías, aunque provengan de lo peorcito de la sociedad inglesa. De los mismos que vienen a emborracharse y pedir paella a las 3 de la madrugada (y tampoco se dejan tanta pasta).

Que las quemen pronto. Por favor.

Lily Allen: Knock 'em out (Allright, still - 2006)