martes, 24 de febrero de 2009

Demasiadas palabras

QUIMI PORTET: MASSA
Mitja vida sense tú i l'altra mitja encara sense mí


A raíz de escuchar a Sisa y mencionar a Manolo García hace poco, me ha venido esta pequeña maravilla a la cabeza, una canción de amor extraña o como diría un crítico relamido "perturbadora", firmada por Quimi Portet. Portet siempre ha llevado una carrera en solitario paralela a El Último de la Fila, pero este tema se incluye en el primer trabajo publicado tras la separación del grupo en 1998, Hoquei sobre pedres. En él, el más "raro" del dúo invita a su amigo Manolo a hacer coros, en una composición que, como es habitual en Portet, resulta extraña, densa, llena de matices y, como diría el mismo crítico relamido, "texturas".

Quimi Portet practica un rock con tintes de progresivo, en el que predomina la multi-instrumentación y las letras surrealistas. Ya en EUDLF, era él el responsable de las canciones menos comerciales y hay quien dice que La rebelión de los hombres rana es más Quimi que Manolo. Se puede decir que da salida a su vertiente más bohemia y eso le hace ser tremendamente coherente, tanto cuando lo hacía paralelamente al grupo que le hizo millonario, como ahora, que vive de las rentas y colabora con músicos como Albert Plá.

Portet es un tipo simpático, cachondo muy al estilo del humor catalán, socarrón y lleno de talento, aunque también más introvertido y menos mediático que su compañero. Pero no se trata aquí de compararles, sino de disfrutar de una canción oscura, que habla de un amor desgastado cuya única salida es volar entre recuerdos y sensaciones para llegar al mundo original en el que dos personas se miran y no dejan de reir. Una idea ésta que aparecerá en muchas canciones de EUDLF. Por otra parte, unos enamorados que, al igual de las voces en esta canción, se convierten en una sola vida, cuyas mitades están definidas por la otra persona, en reciprocidad constante: Inspírame y te inspiraré. Todo ello con los toques de surrealismo que son marca de la casa, basados en la religión: como católicos nos hemos hecho sufrir.

Hoy el profesor de inglés nos ha preguntado cuándo compramos por última vez un single (el suyo era uno de Adam and The Ants) y yo he recordado que tengo este single, en cd y regalado. Algo es algo. :)

Quimi Portet: Massa (Hoquei sobre pedres - 1998)



lunes, 16 de febrero de 2009

Las 5 galletas

LES BISCUITS SALÉS: ME PARECE MUY BIEN
¿Ese bolso es del Zara? Yo me lo iba a comprar


Hubo un tiempo en el que éramos 5 biscuits y cada una nos atribuíamos alguna de estas frases, que realmente en algún momento de nuestra vida llegamos a pronunciar: esto está lleno de guiris de mierda; elisa tiene llamada en espera; vaya amigos que tenemos; ¿ese bolso es de zara? y, clásico entre los clásicos, se me va a rizar el pelo. Good old times...

Hubo un tiempo en el que estas jovencitas de Barcelona grabaron un par de singles y llegaron a ser medio-conocidas para algunos modernetes. Yo acababa de instalarme una conexión telefónica en casa y descubría eso del soulseek y me bajé esta canción. Hubo un tiempo en el que hicimos nuestro este himno, un compendio de todas las frases que un grupo de chicas desenfadadas y despreocupadas pueden utilizar en una noche cualquiera. No es un manual para entendernos pero sí dice mucho del sexo femenino, en la salsa del sábado por la noche. Tampoco es una gran canción pero le tengo muchísimo cariño.

Era la época de antaño, que diría Rachel Green, porque hoy no hay 5 biscuits (hubo bajas por el camino), ni hay salida obligada ni, me cuesta reconocerlo, nos brilla tanto la mirada el sábado por la noche. Pero jamás olvidaré una cena en torno a una mesa de la que me deshice este verano, en el que será algún día mi hogar, por entonces destartalado, con esta canción sonando en el repeat. Y no se oía porque nuestras risas y comentarios la tapaban por completo.

Eran otros tiempos. :)

miércoles, 11 de febrero de 2009

La hoguera de los perdedores

JAUME SISA: QUALSEVOL NIT POT SORTIR EL SOL
Mi casa es vuestra casa, si es que hay casas de alguien


Desriñonarme varias tardes para arreglar desperfectos en las paredes, cortarme sucesivas veces las manos al desembalar y montar muebles (y lo que me queda), sudar la gota gorda bajando trastos a la calle, saludar a los vecinos e impedir que cotilleen por la rendija abierta de mi puerta, pelearme por un trabajo sin rematar, abrir cajas y encontrar cosas casi olvidadas... Todo vale para crearse una madriguera en la que estirar las piernas y sentirse "en casa" y todos mis desvelos los daré por buenos en breve. Y romperé con una vieja tradición de los Dumont según la cual la casa es un templo inabordable para los extraños. No, en mi casa las puertas están abiertas y las camas tienen sábanas limpias. Eso sí, yo decido el horario y me reservo el derecho de admisión.

Lo que son las cosas. Un amigo me prestó esta canción hace unos meses y me la guardé, no la llegué a escuchar y quedó en la lista de pendientes. Ahora, de repente he decidido rescatarla y me ha pasado algo que hace tiempo no me sucedía: me he estremecido, sí, se me ha erizado el vello e incluso un transeúnte me miró el otro día sorprendido al ver mi cara, al otro lado del cristal del autobús, con los ojos humedecidos.

En mi casa hay muchos discos de Sisa, bajo sus múltiples nombres y el que más me sonaba era Ricardo Solfa. Un personaje excéntrico que algún día será reivindicado como merece. Pero nunca había escuchado el Qualsevol nit pot sortir el sol, un himno de belleza indiscutible que habla de sueños, de recuerdos, de imágenes perdidas de épocas mejores y de todo lo que construye el hogar de los perdedores, que somos todos los que a diario madrugamos, nos enfadamos, nos reímos, comemos, nos acostamos... y soñamos. Precisamente en estos momentos, desriñonada, malherida, triste y cansada, he decidido hacer mío el benvinguts, benvinguts, passeu, passeu. De les tristors en farem fum, a casa meva es casa vostra, si és que hi ha cases d'algú. Sisa entona estos versos con una dulzura que es un don divino del que carecemos la mayoría de mortales, la delicadeza que cabría para dirigirse a un niño, a un anciano o por qué no, a la persona amada. Así se entiende que al final nos desvele un gran secreto: ésta es una canción de amor, pero no una más, sino una de las más conmovedoras que se hayan escrito jamás. Aunque me digan que está dirigida a los niños.

Tan sols hi faltes tú... també pots venir si vols, t'esperem, hi ha lloc per tots. El temps no conta, ni l'espaï, qualsevol nit pot sortir el sol.

Todo un canto a la esperanza.

La originalidad de este texto es indiscutible y afinando el oído... los "manologarcieros" saltamos enseguida: ¿a qué me recuerdan estos personajes de cómic en torno a una hoguera? ¿dónde he oído yo el nombre de Sisa cantado por otro? Zas, cómo no, Prefiero el trapecio, que podría ser la versión actualizada del Qualsevol nit. Manolo García sigue cantando este single en todos sus conciertos y no pecamos de ingenuos si aventuramos que es su homenaje particular a Sisa, uno de tantos autores catalanes que el ex-EUDLF admira y al que menciona en el segundo verso. La canción de amor se convierte en un precioso retrato dedicado a los Náufragos urbanos. Perdidos, renegados, inadaptados, olvidados. Un grupo de perdedores que junto a las hermanas Gilda, Carpanta y Correcaminos se columpia en un trapecio, para verlas venir en movimiento.

Volviendo a Sisa, cuando miro los bultos a contraluz en las habitaciones cerradas y las paredes todavía vacías, sonrío, no sin cierta tristeza, esperando la llegada de Jo March, Gloria Fuertes, los Marx, Celia, Antoñita, Marian Keyes, el dormitorio de mi madre cuando niña, Mariquita, Springsteen, Alicia, el Pijoaparte, Zola, Audrey, las fotos en blanco y negro, Serrat, los Tres Caballeros, los Beatles, el mueble de mi abuela, la Cocacola y... quien se quiera apuntar. :)

Con ustedes, Jaume Sisa (no, no es Tip) junto a Guillermina Motta, otra habitual en Casa Dumont:




Para los castellanohablantes:

CUALQUIER NOCHE PUEDE SALIR EL SOL

Hace una noche clara y tranquila, está la luna que da luz,
los invitados van llegando y van llenando toda la casa
de colores y de perfumes.

Hete aquí a Blancanieves, Pulgarcito, los Tres Cerditos
el perro Snoopy y su secretario Emilio, y Simbad,
Ali babá y Gulliver.

Oh, bienvenidos, pasad, pasad, de las tristezas haremos humo
mi casa es vuestra casa, si es que hay casas de alguien.

Hola Jaimito, y doña Urraca, y Carpanta y Barbazul,
Frankenstein y el Hombre Lobo, el conde Drácula y Tarzán,
la mona Chita y Peter Pan,
la señorita Marieta del ojo vivo viene con un soldado,
los Reyes de Oriente, Papa Noel, el pato Donald y Pascual,
la Pepa Maca y Superman.

Buenas noches señor King Kong, señor Asterix y Taxi-Key,
Roberto Alcázar y Pedrín, el Hombre del Saco y Patufet,
Señor Charlot, señor Obélix,
Pinocho viene con la Moños cogida del brazo,
está la mujer que vende globos, la familia Ulises
y el Capitán Trueno en patinete.

Y a las doce han llegado la hada buena y la Cenicienta,
Tom y Jerry, la bruja Calixta, Bambi y Moby Dick
y la emperatriz Sissí,
y Mortadelo y Filmeón, y Guillermo Brown y Guillermo Tell,
la Caperucita roja, el Lobo Feroz y el 'Caganer'
Cocoliso y Popeye.

Oh, bienvenidos, pasad, pasad, ahora ya no falta nadie,
o quizás sí, ya me doy cuenta que sólo faltas tú,
también puedes venir si quieres, te esperamos, hay sitio para todos
el tiempo no cuenta, ni el espacio, cualquier noche puede salir el sol.



Y para los "no-manologarcieros", Prefiero el trapecio, de lo mejor de su carrera en solitario:

viernes, 6 de febrero de 2009

Not for me

VIDEO: LA NOCHE NO ES PARA MÍ
Todo a mi alrededor se vuelve diferente
aunque en el fondo sea igual


(Teoría existencial de Todo a Cien #746)
Existe un porcentaje mínimo de nuestros recuerdos que podríamos denominar inconsciente, es decir, que nadie nos los ha contado, que no sabemos cómo se han instalado en nuestra memoria de manera indeleble, que no están contaminados por la conciencia y por tanto no están edulcorados por el sentimentalismo ni magnificados por el rechazo y, lo más curioso, pertenecen a un tiempo en el que apenas adquiríamos consciencia de nosotros mismos. Todos tenemos grabados sonidos, imágenes, palabras e incluso escenas cuya precocidad nos sorprende, porque no recordamos nada más que eso. Un mueble, una cortina, una persona, una frase que escuchamos, todo teñido de cierta neblina y esto, además de ser un tópico recurrente al hablar de recuerdos, es una realidad en este caso, ya que me refiero a visiones borrosas en las que los contornos están medio difuminados, como en un sueño, no se trata de pensamientos claros.

En mis recuerdos más tempranos, sin que esto vaya asociado a nada más que a una vida incipiente, está La noche no es para mí, de Vídeo. Nadie en mi casa tenía ese disco ni era la canción favorita de nadie que me rodeara, únicamente sonaba mucho en la radio e intuyo que mi cabecita lo escucharía a todas horas. No recuerdo nada más, mañanas grises en las que probablemente iba al colegio, una sintonía radiofónica dando paso a unas noticias en el transistor de mis padres y poco más.

Consultando datos sobre el grupo, compruebo que yo tenía 7 años cuando grabaron este single, su mayor éxito, y por lo tanto sé que tengo recuerdos anteriores a esa época, pero éste se ha colado por derecho propio en mi memoria. Y también sé que nunca volví a escuchar esta canción hasta hace unos años, cuando se revitalizó la movida, y entonces caí en la cuenta, en plan magdalena de Proust, "oooooh, yo recuerdo esto... esto sonaba cuando yo era una enana..."

Vídeo era un grupo de chicos y chicas formado en Torrent, en Valencia, que se adhirieron a la tendencia electrónica de la época, muy en la línea de Luna, Alaska o los primeros Olé Olé. Al calor de este primer bombazo discográfico grabarían 3 o 4 lps pero nunca repetirían su éxito inicial y la formación desaparecería a finales de los 80. Hoy en día nos dejan esta grandísima canción, que aparece en la mayoría de recopilatorios de la época y cuya letra, 25 años después, cobra pleno significado para mí, haciéndome pensar que a los 7 años obviamente no entendía un carajo de lo que decía. La noche no es para mí es un canto con sabor amargo sobre la noche, con sus luces deslumbrantes, su ritmo de videoclip, las falsas expectativas y esa especie de urgencia por comerse el mundo que parece que entra el sábado por la noche. Busco algún leit motive para saciar de golpe mi aburrimiento, mi soledad, dice la preciosa voz de Vídeo. En cuanto al vídeo(clip) que pego, será la falta de sueño, pero a mí casi se me saltan las lágrimas de la ternura que me produce esa estética, esa falta de presupuesto, ese entusiasmo juvenil...

Ya, ya sé que es una pésima manera de encarar el fin de semana pero no todo van a ser luces de neón. Feliz viernes. :)

Vídeo: La noche no es para mí (1983)

miércoles, 4 de febrero de 2009

Contra la crisis

LOS CANARIOS: FREE YOURSELF (LIBÉRATE)
Free yourself from your mind


Se me ocurre que en estos tiempos de crisis en los que escuchar las noticias o las tertulias produce escalofríos, deben volver esos himnos hippistas con cantos a la unión de las almas, a la libertad y a la esperanza. En una época en la que hemos sido presos de nuestros propios errores, debe haber alguna montaña por la que correr e ir gritando consignas liberadoras, a modo de terapia.

No, no he fumado hierba ni nada parecido. Simplemente esta mañana me ha asaltado en el coche este temazo que me saqué de uno de esos estupendos recopilatorios, El soul es una droga (si acaso me he chutado soul). Y rebuscando va y descubro que lo cantan los Canarios, o lo que es lo mismo, Teddy Bautista, el hoy tan denostado representante de la SGAE. Siempre he querido reivindicarles, especialmente desde que escuché a un inútil en la Ser diciendo que "ese tipo" nunca había hecho nada que vendiera. Una cosa es que el canon sea un atraco y otra es que neguemos la evidencia y es que los Canarios fueron un gran grupo, o como me gusta decir a mí, una gran banda. Firmaron temas impresionantes como el clásico del soul Get on your knees ("súbete a mis rodillas", escuché a Francino traducirlo el otro día ja-ja-ja, si es que lo mío con la Ser es puro romanticismo, pfffff...) y se pasaron al movimiento hippie con joyas como ésta, allá por el 70. Y ojito, que cantan a la liberación de uno mismo, a ver si nos vamos a creer que el Gobierno y los bancos tienen la culpa de todo.

Como el directo semi-acústico del Youtube pierde algo de fuerza, pego la versión en estudio que es im-presionante. Reconocerán las influencias de los Beatles más psicodélicos, especialmente en ese inicio tan sargentpepperiano, pero la canción no tiene ni un segundo de desperdicio. Atención porque ésta es una de esas canciones que te invitan a gritar y pegar palmas. Sólo hace falta encontrar una montaña adecuada. Can you people see the light?