miércoles, 11 de febrero de 2009

La hoguera de los perdedores

JAUME SISA: QUALSEVOL NIT POT SORTIR EL SOL
Mi casa es vuestra casa, si es que hay casas de alguien


Desriñonarme varias tardes para arreglar desperfectos en las paredes, cortarme sucesivas veces las manos al desembalar y montar muebles (y lo que me queda), sudar la gota gorda bajando trastos a la calle, saludar a los vecinos e impedir que cotilleen por la rendija abierta de mi puerta, pelearme por un trabajo sin rematar, abrir cajas y encontrar cosas casi olvidadas... Todo vale para crearse una madriguera en la que estirar las piernas y sentirse "en casa" y todos mis desvelos los daré por buenos en breve. Y romperé con una vieja tradición de los Dumont según la cual la casa es un templo inabordable para los extraños. No, en mi casa las puertas están abiertas y las camas tienen sábanas limpias. Eso sí, yo decido el horario y me reservo el derecho de admisión.

Lo que son las cosas. Un amigo me prestó esta canción hace unos meses y me la guardé, no la llegué a escuchar y quedó en la lista de pendientes. Ahora, de repente he decidido rescatarla y me ha pasado algo que hace tiempo no me sucedía: me he estremecido, sí, se me ha erizado el vello e incluso un transeúnte me miró el otro día sorprendido al ver mi cara, al otro lado del cristal del autobús, con los ojos humedecidos.

En mi casa hay muchos discos de Sisa, bajo sus múltiples nombres y el que más me sonaba era Ricardo Solfa. Un personaje excéntrico que algún día será reivindicado como merece. Pero nunca había escuchado el Qualsevol nit pot sortir el sol, un himno de belleza indiscutible que habla de sueños, de recuerdos, de imágenes perdidas de épocas mejores y de todo lo que construye el hogar de los perdedores, que somos todos los que a diario madrugamos, nos enfadamos, nos reímos, comemos, nos acostamos... y soñamos. Precisamente en estos momentos, desriñonada, malherida, triste y cansada, he decidido hacer mío el benvinguts, benvinguts, passeu, passeu. De les tristors en farem fum, a casa meva es casa vostra, si és que hi ha cases d'algú. Sisa entona estos versos con una dulzura que es un don divino del que carecemos la mayoría de mortales, la delicadeza que cabría para dirigirse a un niño, a un anciano o por qué no, a la persona amada. Así se entiende que al final nos desvele un gran secreto: ésta es una canción de amor, pero no una más, sino una de las más conmovedoras que se hayan escrito jamás. Aunque me digan que está dirigida a los niños.

Tan sols hi faltes tú... també pots venir si vols, t'esperem, hi ha lloc per tots. El temps no conta, ni l'espaï, qualsevol nit pot sortir el sol.

Todo un canto a la esperanza.

La originalidad de este texto es indiscutible y afinando el oído... los "manologarcieros" saltamos enseguida: ¿a qué me recuerdan estos personajes de cómic en torno a una hoguera? ¿dónde he oído yo el nombre de Sisa cantado por otro? Zas, cómo no, Prefiero el trapecio, que podría ser la versión actualizada del Qualsevol nit. Manolo García sigue cantando este single en todos sus conciertos y no pecamos de ingenuos si aventuramos que es su homenaje particular a Sisa, uno de tantos autores catalanes que el ex-EUDLF admira y al que menciona en el segundo verso. La canción de amor se convierte en un precioso retrato dedicado a los Náufragos urbanos. Perdidos, renegados, inadaptados, olvidados. Un grupo de perdedores que junto a las hermanas Gilda, Carpanta y Correcaminos se columpia en un trapecio, para verlas venir en movimiento.

Volviendo a Sisa, cuando miro los bultos a contraluz en las habitaciones cerradas y las paredes todavía vacías, sonrío, no sin cierta tristeza, esperando la llegada de Jo March, Gloria Fuertes, los Marx, Celia, Antoñita, Marian Keyes, el dormitorio de mi madre cuando niña, Mariquita, Springsteen, Alicia, el Pijoaparte, Zola, Audrey, las fotos en blanco y negro, Serrat, los Tres Caballeros, los Beatles, el mueble de mi abuela, la Cocacola y... quien se quiera apuntar. :)

Con ustedes, Jaume Sisa (no, no es Tip) junto a Guillermina Motta, otra habitual en Casa Dumont:




Para los castellanohablantes:

CUALQUIER NOCHE PUEDE SALIR EL SOL

Hace una noche clara y tranquila, está la luna que da luz,
los invitados van llegando y van llenando toda la casa
de colores y de perfumes.

Hete aquí a Blancanieves, Pulgarcito, los Tres Cerditos
el perro Snoopy y su secretario Emilio, y Simbad,
Ali babá y Gulliver.

Oh, bienvenidos, pasad, pasad, de las tristezas haremos humo
mi casa es vuestra casa, si es que hay casas de alguien.

Hola Jaimito, y doña Urraca, y Carpanta y Barbazul,
Frankenstein y el Hombre Lobo, el conde Drácula y Tarzán,
la mona Chita y Peter Pan,
la señorita Marieta del ojo vivo viene con un soldado,
los Reyes de Oriente, Papa Noel, el pato Donald y Pascual,
la Pepa Maca y Superman.

Buenas noches señor King Kong, señor Asterix y Taxi-Key,
Roberto Alcázar y Pedrín, el Hombre del Saco y Patufet,
Señor Charlot, señor Obélix,
Pinocho viene con la Moños cogida del brazo,
está la mujer que vende globos, la familia Ulises
y el Capitán Trueno en patinete.

Y a las doce han llegado la hada buena y la Cenicienta,
Tom y Jerry, la bruja Calixta, Bambi y Moby Dick
y la emperatriz Sissí,
y Mortadelo y Filmeón, y Guillermo Brown y Guillermo Tell,
la Caperucita roja, el Lobo Feroz y el 'Caganer'
Cocoliso y Popeye.

Oh, bienvenidos, pasad, pasad, ahora ya no falta nadie,
o quizás sí, ya me doy cuenta que sólo faltas tú,
también puedes venir si quieres, te esperamos, hay sitio para todos
el tiempo no cuenta, ni el espacio, cualquier noche puede salir el sol.



Y para los "no-manologarcieros", Prefiero el trapecio, de lo mejor de su carrera en solitario:

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