lunes, 16 de marzo de 2009

Falleras británicas

LILY ALLEN: KNOCK 'EM OUT

Esta mañana he bajado a mi garaje duchada, vestida para trabajar, adormilada pero despierta tras una dosis razonable de horas de sueño, y me he topado con una pareja de adolescentes que, sobre un coche y con los pies apoyados sobre su moto, me miraban con la cara de pánfilo que te dan la pubertad, el primer amor y posiblemente el alcohol de la noche. Yo les he devuelto la mirada tratando de aparentar dignidad por mi condición de adulta responsable que se dispone a levantar el país, pero a la vez buscando cierta complicidad o al menos una dosis de comprensión hacia su edad y sus circunstancias. Por el retrovisor he vuelto a observarles y ellos seguían callados, clavando su mirada en mí. A la salida había menos tráfico que de costumbre y decenas de calles estaban cortadas; por ellas nos mezclábamos los trabajadores con los que terminaban la juerga de la noche anterior.

Son Fallas. Qué le vamos a hacer. El viernes una horda de adolescentes zarandeó el coche en el que iba de copiloto al intentar entrar en el casco antiguo (craso error, lo sé) y todos gritaban a nuestro paso. Al circular por las calles más o menos despejadas, no dejábamos de encontrarnos a personas que nos hacían muecas. Durante el día tuve que esquivar a miles de niños con instintos asesinos, ubicando sus petardos estratégicamente como bombas que buscan causar el mayor daño posible. Es la guerra fuera de casa mientras en tu cabeza tratas de combatir otro tipo de guerras y les aseguro que el continuo ruido de explosiones no ayuda en absoluto. Son Fallas. Qué le vamos a hacer.

Si Lily Allen fuera española, sería fallera. Incluso, sin serlo, si viniera aquí se mezclaría con toda la chusma de púberes borrachos que saltan de coche en coche y dejan a su paso un rastro enorme de botellas vacías. Los que rompen el silencio de la noche con gritos y petardos y los que durante el día se pasean desafiantes, con el rostro desencajado por la resaca. Estos días me he acordado de esta inglesita rebelde que ha publicado su segundo lp, It's not me, it's you, que todavía no he digerido del todo y a la que vi en directo pudiendo comprobar como decía, que es una hooligan arrabalera más. Pero tiene gracia, las cosas como son. Incluso perpetrando una versión de Blondie.


De verdad, pónganse el Alright, still si quieren dar color a una mañana de trabajo rutinario o alegrar una jornada de sábado, porque esta colección de canciones es divertida, luminosa y muy desenfadada. Hasta que deguste su segundo trabajo, éste no deja de sonar en mi reproductor. Desde la archiconocida Smile hasta esta Knock 'em out, que es de mis preferidas. Ninguna tiene desperdicio y ojalá, entre la marabunta fallera y las verbenas cada vez más cochambrosas sonaran más estas melodías, aunque provengan de lo peorcito de la sociedad inglesa. De los mismos que vienen a emborracharse y pedir paella a las 3 de la madrugada (y tampoco se dejan tanta pasta).

Que las quemen pronto. Por favor.

Lily Allen: Knock 'em out (Allright, still - 2006)

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